“Lo que está pasando en
Venezuela no es poca cosa, nunca habíamos vivido una crisis como la de ahora.
Mientras los que están en el poder disfrutan de privilegios, el pueblo no tiene
qué comer, no encuentra medicamentos y se enfrenta a la más alta inseguridad”,
dijo el diputado a la Asamblea Nacional por Primero Justicia, Julio Borges,
desde una tarima frente a la plaza Franklin Sánchez en la avenida Manuel
Cedeño, en el municipio Independencia.
Cientos de ciudadanos
yaracuyanos se concentraron este jueves en esa plaza y luego caminaron hasta
las adyacencias de la Oficina Regional Electoral (ORE), donde dirigentes
nacionales y estadales de la alianza democrática entregaron un documento en el
que exigen al Poder Electoral que fije la fecha para la recolección del 20 por
ciento de firmas de electores inscritos en el Registro Electoral Permanente
(REP), que todos los centros destinados para tal jornada sean automatizados, y
que se destinen tres días para ese proceso.
Los diputados a la Asamblea
Nacional Julio Borges, Teodoro Campos, Luis Parra y Biagio Pilieri; Nelson
Guillén, dirigente nacional de Acción Democrática; y Orlando Fernández,
exgobernador de Lara, acompañaron a la dirigencia y ciudadanía yaracuyana en la
caminata de este jueves. Coincidieron todos en que urge la realización del
referendo revocatorio (RR) para abrir una puerta a la Venezuela productiva y
pujante, y destacaron que no hay más posibilidad para burocracias, pues este es
el último paso antes de la activación del RR.
“Estamos comprometidos a dar
todo lo que podamos, sin agendas personales, entregarnos con fuerza para
revocar el hambre, la corrupción, el abuso de poder y la injusticia. Este año
abriremos una puerta a una Venezuela mejor, de progreso y justicia”, apuntó
Borges.
El dirigente de la tolda
aurinegra además señaló: “Cuando nos ha
tocado salir a firmar, en solo dos días hemos superado expectativas, sin
embargo, el CNE nos pone trabas que superamos con valentía y voluntad
ciudadana. Solamente falta un paso para el referendo revocatorio y estamos en
agosto, claro que hay tiempo. Cuando fijen la fecha no veremos un millón o dos
millones de personas yendo a los centros de votación, veremos a ocho, veremos a
diez millones de ciudadanos diciendo que quieren revocar. Ese es el miedo del
gobierno”.
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