martes, 15 de noviembre de 2016

MUD Yaracuy emitió comunicado a la opinión pública para ratificar su apoyo y confianza a la Mesa Nacional en el proceso de diálogo



La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de Yaracuy emitió y dio lectura a un comunicado con motivo de expresar su posición al pueblo yaracuyano y a toda Venezuela sobre la mesa del diálogo que adelanta la oposición con representantes del gobierno nacional a los fines de la búsqueda de soluciones inmediatas a la situación social, económica y política del país, durante la mañana de este 15 de noviembre en conferencia de prensa efectuada en la sede del Comando Unitario ubicado en el municipio capital de la entidad yaracuyana, San Felipe.

Pablo Espinal, Coordinador Regional de Avanzada Progresista (AP), leyó el documento que reza a continuación, en compañía de la secretaria ejecutiva de la MUD estadal Norma Delgado (AD), Félix Serrano (UNT), Miguel Ponente (PJ), Iván Mastrángelo (Amigos con Lapi) Carmen Teresa Gentile y Alejandro Arzola (Convergencia), entre otros representantes.

Comunicado MUD Yaracuy
La alianza democrática en Yaracuy, ante el proceso de diálogo nacional convocado por el Vaticano para acompañar la búsqueda de una solución a esta tragedia que hoy vivimos los venezolanos, ratifica su apoyo y expresa confianza en la mesa nacional en la dura tarea de lograr acuerdos que permitan por la vía pacífica, electoral y democrática realizar el cambio político que requiere nuestro país.

Hay una urgencia real y tangible de la familia venezolana, y en especial de la yaracuyana. Hay hambre, no hay medicinas, hay inseguridad, y para desgracia de todos, a nuestro país lo gobierna un régimen incapaz de hacer frente a la crisis en la cual el mismo la ha sumido durante 18 años. Pero ya el gobierno no puede ganar más tiempo, el tiempo así como la paciencia del venezolano se acabó para ellos.

Por eso es necesario que avancemos con acuerdos, así sea difícil creerle a quien ha gobernado violando los derechos ciudadanos y ha querido perpetuarse en el poder. Pero todo camino explorado, bien vale la pena para lograr el alivio de quienes sufren esta situación tan grave. En principio, el acuerdo sobre la libertad de un número importante de presos políticos, resolver la situación de los diputados de Amazonas, sacar a la Asamblea Nacional del falso “desacato” establecido por el TSJ, construir un acuerdo para definir en forma consesuada una nueva correlación, de fuerzas en el Consejo Nacional Electoral, aceptar los términos de “sabotaje, boicot o agresión” a la economía venezolana, términos propuestos por los representantes del oficialismo, y que no son más que la aceptación de parte del régimen de su responsabilidad en la destrucción del aparato productivo, pueden ser considerados pasos iniciales para lograr lo que toda Venezuela anhela. Ante la urgencia de la necesidad, ante la urgencia del hambre y la enfermedad, nuestros representantes en la mesa privilegian la vida y la salud de los venezolanos y por ello se han empeñado en la apertura del canal humanitario. El gobierno debe comenzar a cumplir los compromisos contraídos en el acuerdo de forma inmediata y a ello desde aquí lo conminamos.

No obstante debemos comprender que la solución no es inmediata, que no hay salidas mágicas, y que como toda la historia de la lucha por el reconocimiento de los derechos del hombre, éste solo se conquista con la fuerza del pueblo unido en lo político, y en la calle.

Y aunque tenemos diferencias en el marco de esta unidad plural, diferencias de formas de lucha y visión pero no del objetivo común que es el de cambiar al gobierno, seguiremos acompañando y exigiendo junto a la mesa nacional, con el diálogo, con la movilización de calle, con la presión internacional y la acción institucional a través de la Asamblea Nacional, que se le devuelva a los ciudadanos el derecho al voto, a decidir elecciones como cambiar este presente terrible para poder construir un futuro mejor, y aunque se esté dialogando con quien secuestró nuestro derecho a votar, la Venezuela democrática es mayoría contra una corrupta cúpula minoritaria. Para lograr la recuperación de nuestro derecho al voto, para salir de esta catástrofe, sólo es posible entonces con el pueblo en la calle más el diálogo con la presencia de facilitadores o acompañantes como EL Vaticano, que nos solo tienen la suficiente talla moral y política sino experiencia en ello para convertirse en garantes de lo acordado. Esa es la razón por la que la Mesa de la Unidad Democrática está en el diálogo nacional y desde Yaracuy la respaldamos y tenemos plena confianza en que seguirá luchando tenaz y persistentemente en revertir esta grave situación. El diálogo no es un fin en sí mismo, ni es para darle tiempo al gobierno, ni para vender los derechos de los venezolanos, ni para comprar cargos o prebendas, el diálogo es parte de la lucha por la libertad, por la democracia, junto con los venezolanos en la calle. Por ello se acabó la tregua, vamos a acompañar a los trabajadores, a las amas de casa, a los comerciantes, a los estudiantes universitarios a quienes reconocemos su constante y valiente lucha, en el reclamo por sus derechos. Esperamos también que se incorpore el tema del retorno de los exiliados políticos para el reencuentro en paz con su familia.

Hemos demostrado una vez más que queremos evitar la violencia, el derramamiento de sangre, la pérdida de vías humanas en una confrontación entre pequeños grupos armados y un pueblo cuyas únicas armas son su voz y la Constitución.

Es tiempo de fe, no de fractura, es tiempo de unión, no de división, es tiempo de aportar ideas y de trabajar unidos. La Unidad que defendemos no es la de los partidos políticos sino la Unidad del pueblo que hoy más que nunca necesita la fuerza de su unión. Solo así podremos avanzar.

San Felipe, a los 15 días del mes de noviembre de 2016.

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