lunes, 19 de diciembre de 2016

Rafael Strauss: El cronista es un oficiante de la historia



Reconocida la designación de Antonio Rivero como cronista universitario
Con una destacada conferencia sobre la labor y la importancia del cronista regional e institucional, la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) recibió al antropólogo e historiador venezolano Rafael Strauss en el I Encuentro de Cronistas Universitarios, el cual se llevó en la sede del Centro de Estudios para la Hospitalidad y el Turismo (Cehotur) de esta institución. 

El vicerrector de la UNEY, Wullian Mendoza, se encargó de aperturar este encuentro agradeciendo a los asistentes y a Strauss por su presencia, afirmando que esta casa de estudios siempre estará abierta para brindar actividades de este tipo y ofertar espacios como el Diplomado “Gilberto Antolínez” para seguir creciendo.

Asimismo, el vicerrector realizó un acto de reconocimiento al docente Antonio Rivero Bustillo como cronista universitario de la UNEY, haciendo lectura de la resolución emanada del Consejo Universitario que lo acredita como tal. Esto con la intención de crear proyectos dirigidos a la construcción de la memoria histórica institucional, además al ser la primera y única universidad del país con una novedosa experiencia en la formación de cronistas universitarios, avanzando ejemplarmente con la creación oficial de la figura de su propio cronista.

Historiar todos los días
Rafael Strauss, investigador y autor de varios libros, y quien vivió parte de su infancia en Guama, denominó su conferencia “Historiar todos los días” para abordar características y particularidades del cronista y su trabajo cotidiano. 

Con un estilo pragmático, el historiador describió importantes elementos que la figura del cronista debe tener para definir y hacer más respetable su resultado documental, afirmando que el cronista debe narrar y explicar el pasado siendo por convicción un humanista, una idea que según él, convoca a todas las disciplinas que tienen que ver con el ser humano al vincularla con la antropología y la cultura.

Destacó que esta figura debe tener ciertas virtudes como la humildad, la pasión, la objetividad, la curiosidad, la sensibilidad y el respeto, sumado a algunos factores emocionales que de manera natural como ser humano se puedan explotar para lograr crear y producir un trabajo impecable. Considera además que debe contar con una buena ortografía, con la iconografía y la utilización de la cultura histórica como una de las principales fuentes para la investigación.

“El cronista está obligado a escribir sin errores ortográficos, procurando generar una buena lectura que no solo se lea sino que sorprenda”, reafirmó, haciendo énfasis en la utilidad de la crónica como un registro de hechos, relatos, sucesos y noticias de todo tipo como una fuente en presente y futuro que facilita la historia.     
La profesionalización del cronista 
Para Strauss es un acierto extraordinario el trabajo que la UNEY está haciendo a través del diplomado “Gilberto Antolínez”, sobre todo cuando se percibe que el cronista sigue siendo víctima de aquella persona que se siente académica. Por ello, señala que es importante que considere su profesionalización, ya que al desarrollar una labor como el de recopilar datos, anécdotas, historias de personajes o eventos locales, le da cuerpo a una comunidad, a las personas que viven en ella o a una institución, convirtiendo ese trabajo en una fuente histórica.

“Defiendo la profesionalización del cronista porque la historia, la antropología y sus distintas subdisciplinas tienen derivaciones metodológicas que facilitan su trabajo y lo enriquecen”, dijo. 

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