Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
“Proveniente de una familia donde aprendí que tanto
la acción como la omisión generan consecuencias, he sido una acérrima defensora
del voto. Desde 1978, cuando lo hice por primera vez, jamás he dejado de
cumplir con ese derecho y ese deber. Pero hoy dudo y no sé si iré a votar el 20
de mayo”. Esta angustia, que expresaba una profesional del Derecho en una
reunión a la que asistí recientemente, es la misma que según encuestas
tienen muchos de los venezolanos en este momento.
Para la población salir de la crisis es la prioridad.
Afectos a la oposición y al chavismo sufren las consecuencias de la crisis
económica, de la emergencia humanitaria compleja que ha generado que hurgar en
la basura sea una práctica, casi habitual, para muchos; que niños en el J.M de
Los Ríos mueran al igual que pacientes renales, trasplantados, oncológicos, de
enfermedades crónicas ante la carencia de medicinas o recursos para comprarlas,
ante la mirada indiferente e indolente del gobierno.
Para quienes integramos Unidad Visión Venezuela salir
de la crisis también es una prioridad pero no hay soluciones mágicas sobre todo
cuando el enemigo es un gobierno que ha pasado veinte años tejiendo entramados
de corrupción, amparándose en leyes modificadas y hechas a su medida, bajo la protección
de Poderes Públicos a su servicio.
Es así, como es imperativo encontrar las fórmulas
para acceder a vías electorales y pacíficas que nos conduzcan a que el
chavismo-madurismo deje de gobernar.
Y una vía para transitar el camino del cambio de gobierno,
a través de acciones pacíficas y democráticas, pasa por la unidad. Divididos
somos presa del gobierno que sabe muy bien como capitalizar las debilidades de
sus contendores, sobre todo cuando éstos efectivamente las tienen.
Mientras la oposición se muestra fraccionada y
algunos, incluso, temen que pueda haber intereses personales que cuidar, el
oficialismo adoctrina a su gente.
El clientelismo continúa generando frutos. Es así
como Maduro ofrece bonos y más bonos buscando comprar votos, conciencias. Y es
que el gobierno ha “optimizado” las prácticas que tanto cuestionó y la búsqueda
de los votos pasa por hacer lo que sea necesario para conseguirlos. Porque
Maduro necesita, no solo ganar los comicios, sino legitimarse en el poder y
para eso debe “garantizar” que el proceso electoral que ha convocado que
realice en lo que para su gobierno, serán las mejores condiciones.
Es así como la ministra de penitenciaría, Iris
Varela, sentenció: "Cada persona que no vote será fusilado, se acabó el
pan de piquito… Acabaremos en cenizas cada estado si en mayo Maduro no es
presidente”…
Insistimos entonces en el encuentro MUD-FALCON- SOY
VENEZUELA y que, de inmediato, nos unamos en la lucha por un bien común:
restaurar la democracia.
Es nuestro deber y responsabilidad abortar una nueva
frustración para nuestra ciudadanía opositora.
Debemos estar claros en una realidad: Hoy día Henry
Falcón está compitiendo, mientras los demás estamos ocupados destruyéndonos
mutuamente.
El gobierno ya convirtió en cenizas la economía, el
salario, la producción y la productividad nacional. Por ello, los precios se
incrementan cada día ampliando la hambruna y las carencias a nivel de tragedia
humanitaria. En cenizas han convertido la moral y la ética republicana. La
institucionalidad, la justicia y el derecho.
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