sábado, 15 de septiembre de 2018

El clasicismo como expresión musical

Wolfgang Amadeus Mozart.


Por: Héctor Camacho Aular

La música culta europea tiene en el Clasicismo uno de los momentos más trascendentales de su historia. Comienza su celebrada actuación en el año de 1750 para concluir triunfalmente en 1820, teniendo como escenario principal la ciudad de Viena. Cronológicamente, es un período que se encuentra ubicado entre el Barroco y el Romántico. Será en sus prados donde se consolide el empleo de la sonata, el cuarteto de cuerdas, los conciertos y las solemnes sinfonías. Entre los máximos representantes de éste movimiento musical figura el austríaco Franz Joseph Haydn, quien llegó a componer más de 100 sinfonías, entre ellas su famosa Sinfonía No 92 en Sol mayor “Oxford”, aparte de realizar obras orquestales, operísticas  y religiosas, como los oratorios La Creación y Las Estaciones, además de varias misas. Para los críticos del arte sonoro se le considera como “el padre de la sinfonía”.

Otro de los grandes del Clasicismo es el genio Wolfgang Amadeus Mozart, quien aparte de tocar con facilidad asombrosa los instrumentos piano, clavecín y violìn fue además un prolífico compositor. De ésta mente prodigiosa surgieron muchas obras magistrales, en diversos géneros musicales. Producto de su luminoso talento figuran en su extenso repertorio 41 sinfonías, 13 serenatas, 23 òperas, 11 sonatas para piano, varios conciertos para piano, violín, flauta, fagot, aparte de serenatas (como la célebre Pequeña Serenata Nocturna), divertimentos, misas y su famoso Réquiem.

A lo antes expuesto, debemos incluir, con suprema justicia, la meritoria obra musical desarrollada por el  alemán Ludwig Van Beethoven, el cual dejó para el archivo de la eternidad 32 sonatas para piano, 1 concierto para violín, 5 conciertos para piano y el renombrado Triple Concierto para violìn, violonchelo, piano y orquesta. Además de componer 9 sinfonías, como la famosa Sinfonía No 5 en Do Menor, Op. 67 y la Sinfonía No 9 en Re Menor, Op. 125, aparte de realizar la ópera Fidelio  además de  dos  misas y un oratorio.

El Clasicismo y sus asombros, contó también con la participación de músicos consagrados como: Franz Schuber, Rodolfo Luigi Bocherini, Muzio Clementi, Antonio Salieri, Chistoph Gluck, Johann Hummel, Carl Phillipp y Johann Chistian Bach (hijos de Johann Sebastian Bach, figura cumbre del barroco), y otros más, quienes también aportaron muchas novedades en éste movimiento.

Es notorio que en el período del Clasicismo los compositores ya no se dedicar a trabajar exclusivamente para la alta nobleza reinante. Esta vez sus creaciones y presentaciones son patrocinadas por la clase media pudiente. Por otra parte, su música logra salir de aquellos espacios cerrados hacia los conciertos a cielo abierto, logrando de ésta manera que el pueblo vaya conociendo, poco a poco, la creatividad de estos talentos surgidos en éste movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario