Una visión mítica sobre el Covid-19 de los habitantes de la tierra de “Mitos y Leyendas”
Estos mitos fueron recopilados en diversas redes sociales, en comunidades e incluso en las colas de las personas seleccionadas para vacunarse.
Como consecuencia de la pandemia mundial debido
al virus denominado coronavirus SARS-CoV-2 o Covid19, se han originado algunos
mitos, que lamentablemente han calado en la opinión pública, que están haciendo
mella en el plan de vacunación que intenta cumplir, el gobierno nacional,
regional y municipal, por supuesto que todo plan está expuesto a problemas en
su implementación y ejecución, pero además de enfrentarse a esos problemas,
también debe luchar contra la apatía de ciudadanos que se han negado a
vacunarse, porque creen que las vacunas contiene un Microsip, por ejemplo,
contra esas operaciones psicológicas lanzadas en redes sociales que atentan
contra la salud pública, debemos luchar encarecidamente.
Las decisiones importantes de la vida, deben
tomarse con la seriedad, responsabilidad y racionalidad necesarias, la
vacunación sin lugar a dudas, ayuda mucho más a la sociedad y sopesa por mucho
los riesgos derivados.
Antes que criticar el trabajo de muchos jefes
de calles, consejos comunales, equipos sanitarios, alcaldes, gobernadores y
hasta del presidente, debemos saber que no es sencillo para ningún gobierno en
el mundo enfrentarse a esta novel situación mundial, debemos apoyar el trabajo
en lo que podamos para el bien común, pero por supuesto sin dejar de denunciar,
desviaciones o actos de corrupción que se puedan generar, en todos los niveles,
sin embargo, he estado observando el desarrollo del plan de vacunación en el
estado Yaracuy, específicamente en San Felipe, hasta ahora solo pudiese felicitar
a los equipos sanitarios, gobernador, alcalde, comunas, consejos comunales, y
los jefes de calles, por el fuerzo que han realizado hasta ahora.
Pero además aclarar al ciudadano yaracuyano ciertos mitos que he escuchado en las comunidades que he visitado:
1. Las
vacunas están dirigidas para insertar un microchip: este
es el primer mito que deseo aclarar, uno del microchip más pequeño que existen
es del tamaño de un grano de arroz, y es colocado con una inyectadora especial,
además, Para qué EE.UU., Rusia o China desean implantar un microchip de localización
para las personas, si las personas en el mundo usan cada vez más un dispositivo
perfecto para rastrear, conocer preferencias, tendencias, hábitos…como el
teléfono inteligente, que además el 95% son fabricados en China, ya realizan
reconocimiento facial y de huellas digitales, conclusión: las vacunas no
contienen ningún microchip, tampoco Bill Gate tiene nada que ver con eso.
2. Las
vacunas de ARNm modifican el ADN y pueden provocar cáncer:
ninguna vacuna conocida hasta ahora, puede interactuar o modificar el ADN, por
tal motivo no pueden causar cáncer. Conclusión: Las
vacunas de ARNm utilizan una pequeñísima parte del código genético del
coronavirus para enseñarle al sistema inmunitario a producir una proteína que
desencadenará una respuesta inmunitaria en caso de contagio.
3. Si no
tengo riesgo de complicaciones graves de COVID19 no necesito vacunarme: todas las
personas “sanas” incluso jóvenes pueden sufrir complicaciones graves derivadas
de la infección, aunque las probabilidades son menores, pero aún existe el
riesgo, también se convierten en propagadores del virus. Conclusión: Vacunarse
te proteges tú mismo y proteges al resto de las personas.
4. Obtener
la inmunidad de forma natural es más seguro que obtenerla de una vacuna: El
grado de inmunidad natural que una persona obtiene después de una infección
varia de persona a persona, las pruebas que se han realizado con respecto a
esto han demostrado que la inmunidad no es duradera. Conclusión: Desarrollar
inmunidad a partir de la vacuna es menos arriesgado que hacerlo de forma
natural porque no hay modo de predecir la gravedad de los síntomas si se
contrae COVID-19
5. Si me
vacuno me voy a enfermar: ninguna vacuna contiene ninguna parte del
virus COVID-19, ni vivo ni inactivado. No hará que des positivo en una prueba
que busque una infección activa por COVID-19. Algunas personas que recibieron
las vacunas informaron que tuvieron efectos secundarios leves o moderados, como
dolor en el sitio de la inyección, fatiga (sentir cansancio), dolor de cabeza y
dolor muscular. Conclusión: No todas las personas tienen efectos
secundarios. Pero si los tuvieras, estos son normales y es una señal de que tu
cuerpo está creando defensas contra el virus.
6. Las
vacunas se desarrollaron muy rápido, No podemos estar seguros que sean seguras:
Las
vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron rápidamente en comparación con
vacunas anteriores porque científicos, médicos y agencias gubernamentales de
todo el mundo invirtieron enormes recursos para reducir la burocracia y
publicar los resultados tan pronto como estaban disponibles. Conclusión: Debido
a la gravedad de la pandemia, todos los centros médicos del mundo hacen un
seguimiento minucioso de todas las reacciones adversas.
7. Las
vacunas no son seguras para las personas embarazadas o que están intentando
quedar embarazadas: los estudios médicos han señalado que las
mujeres en estado de gravidez tienen mayor riego de contraer enfermedades
graves por COVID-19. Conclusión: no existen pruebas concluyentes con
respecto a mujeres embarazadas y en lactancia, sin embargo, estudios parciales
demuestran que las vacunas son seguras, pero faltan más estudios para estar
100% seguros.
8. La
cifra de muertes por COVID-19 es exagerada. Incluye a personas que ya estaban
enfermas con otras afecciones: los investigadores han descubierto
que el COVID-19 puede provocar directa e indirectamente la muerte, Las personas
con afecciones subyacentes, como la diabetes o la obesidad, corren un mayor
riesgo de contraer COVID-19 que las que no tienen afecciones preexistentes.
Conclusión:
Es
cierto que las afecciones preexistentes de una persona
pueden haber contribuido a que esta muriera por COVID-19. No obstante, si la
persona no hubiese contraído el virus, es poco probable que su afección
preexistente le hubiera provocado la muerte. De hecho, es probable que el
número de muertes por COVID-19 sea mayor de lo que indican las cifras actuales.
Por ejemplo, las personas que mueren de COVID-19 sin que hayan sido testeadas
puede que no estén incluidas en las cifras actuales.
Por:
Lcdo. Ernesto Torrealba, CNP 19.200
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