martes, 7 de diciembre de 2021

CAMPANEROS DE YARACUY

Por: Héctor Camacho Aular. Fotografía: 
Petra Perfecta Giménez, la Campanera de la Vicaría San Pablo Apóstol de Cañaveral (Colección HCA, 2019).

   El uso de la campana, como medio sonoro para avisar a los fieles católicos de los oficios religiosos próximos a realizarse en una comunidad, tiene su origen a principios del siglo VII, a raíz de un decreto ordenado por el Papa Sabiniano durante su mandato pontificio, ejercido desde el año 604 hasta el 606. Las primeras campanas fabricadas para uso eclesiástico fueron construidas en Nola, ciudad de la región de Campania, en el sur de Italia, por su inventor San Paulino, Obispo de Nola. A las más grandes les llamaron “campanas”, en honor a la región de su procedencia y a las pequeñas “nolas”, en recuerdo a la población donde se usaron por primera vez. Poco tiempo después, todas las iglesias católicas del mundo fueron adquiriendo sus campanas, ubicándolas  en altas torres del templo que el pueblo bautizó después como campanarios. A partir de éste momento, aparecen también  los primeros devotos campaneros,  quienes se encargarán de hacerlas sonar, con toda su fuerza, para cumplir con la misión comunicativa encomendada.

   En Venezuela, son muchas las personas que han ejercido éste noble oficio de comunicación sonora en los templos católicos. Uno de los más recordados en la región yaracuyana, fue “El Chingo” Julio Giménez, inolvidable campanero de la Iglesia Matriz de San Felipe, en los años 30. Más adelante, en la década del cincuenta, se encargarían de sonar las campanas en ese recinto: Miguel Orellana, Domingo Oviedo, Melquiades Gómez y el popular “Turpial” Domingo Montesinos. Después lo harían los recordados monaguillos: Christian Mujica, Héctor Alcalá Poza, Esteban Garrido, Jacobo Gil, Mario Rabán, Alexis Gutiérrez y Orlando Rabán. Por su parte en la población de Cocorote, los encargados de ésta misión de la iglesia serían: Crisanto Guedez, Andrés Rodríguez, Juan Guedez, Juan Pérez y Arnoldo Camacho, siendo éste último el encargado de tocarlas, en 1965, para anunciar la misa solemne que oficiaría el padre español Tomás Monpó, para darle la bienvenida a la Madre Teresa de Calcuta  y a sus misioneras acompañantes. A lo antes expuesto, hay que mencionar, con admiración y respeto, el trabajo constante que desempeñó la recordada campanera María Perfecta Giménez, en la capilla San Pablo Apóstol (hoy en día, elevada a Vicaría), en Cañaveral. También debemos agregar que la feligresía de la población de Urachiche, en los años 50, contaba en su iglesia con los servicios de los monaguillos y campaneros: Rodrigo Agüero, Antonio Velásquez, y Gonzalo Rodríguez.

   En NIrgua, por los años treinta, los encargados de repicar las campanas, según lo refiere Armando Ortega Padilla, en su libro “De vista trato y comunicación” (1980, p 57), eran los sacristanes: León Nieves, Agustín Mendoza, José León y Nicomedes, apodado “El fifí”,). También por esos años, en la iglesia de San José de Guama, el maestro en el toque y repique de los bronces, era el popular Juan Guevara.

   Hoy en día, el toque manual de campanas en los campanarios de las iglesias ha desaparecido paulatinamente para dar paso a la aplicación de la tecnología moderna a la hora de realizar estos llamados de solidaridad cristiana. Aún así, el pueblo agradecido nunca olvidará a sus ancestros campaneros. 

6 comentarios:

  1. Amigo Tico, invalorables comentarios.
    Los Agüero de Urachiche eran parientes de mi abuela materna, la mamá de mi mamá que se llamaba Rosa María Agüero de Sánchez .

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  2. Me siento complacida con esta información...Honro y Bendigo a los que vivan y a los ancestros también; así como mi tía paterna María Perfecta Giménez..quién dio su servicio a su comunidad y a Dios🙇🏼‍♀️🙏. Nilda Giménez

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  3. Como olvidar esas campanadas si mi abuela María perfecta Giménez lo daba todo por mantener la iglesia y q todo le saliera bien en cada misa😭😭😭

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  4. Felicitaciones compadre usted siempre averiguando tantas cosas

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