domingo, 4 de junio de 2023

ALTERNATIVAS TAURINAS EN SUELO YARACUYANO

Por: Héctor Camacho Aular.

La realización de las primeras corridas de toros en América se remonta a los primeros años del siglo XVI, iniciándose en la Isla de Cubagua, Venezuela en el año 1527, en honor al nacimiento de Felipe II, hijo de Carlos I, Rey de España, según nos confirma, Víctor José López “El Vito”, en su versado libro “El toreo en Venezuela” (Ed. Aequitas, 2007, p 20). Cuarenta años después, el 20 de enero de 1567, el Capitán español Diego de Lozada en su largo y agotado viaje hacia el Valle de Caracas, hace una parada en NIrgua, o Nueva Jerez, para celebrar la fiesta de San Sebastián con corridas de toros y otras diversiones, constituyéndose de paso en la primera corrida taurina realizada en tierras del futuro Yaracuy.


Con el paso del tiempo, será en la segunda mitad del siglo XX, cuando los yaracuyanos aficionados a la tauromaquia tendrán la dicha de presenciar, en plazas de toros ambulantes, la solemne ceremonia taurina que se realiza, en plena arena, donde varios toreros venezolanos obtienen  el distinguido grado de matador.


El primero en lograrlo sería Freddy Girón, en la plaza taurina de San Felipe  el 18 de marzo de 1978, en presencia de su padrino Curro Girón y como testigo Luis de Aragua, después de lucirse ante el toro “Pilandero” de Tarapío. En la década siguiente, el 23 de abril de 1989, en la Plaza de Toros La Pastora, Chivacoa, Yaracuy, Juanito Valencia, con la ejemplar faena realizada con el toro “Regalito” de la ganadería Rancho Grande logra obtener su pase a matador, apadrinado por Bernardo Valencia y en presencia de Curro Valencia como testigo. Ese mismo año, el 19 de agosto, Manuel Piña “El Fúnebre” en una inolvidable faena con el  bravo toro “Tapir” de la ganadería Campolargo, en la feria taurina de Aroa, Yaracuy,  y con el veredicto positivo de su mentor Bernardo Valencia y del testigo Ramón “El Porteño” obtiene el ansiado título de matador, recibiendo el aplauso unánime del público presente.


El 19 de noviembre de 1989, el dinámico sanfelipeño del barrio Zumuco, Oscar Montesinos “El Yaracuy” en una inolvidable faena en la Plaza Monumental de Maracaibo, realizada con el furioso toro “Guitarrón”, de 425 Kg, de la ganadería Tierra Blanca, logra coronarse como matador, con la anuencia de su padrino Manuel Ruiz “Manili” y la testificación de Bernardo Valencia, y, de paso, convertirse el primer torero yaracuyano en ascender a la categoría de matador.


Con el correr de los años, “…por las plazas de toros de nuestro estado Yaracuy han pasado distinguidos toreros de gran postín y fama, tanto nacionales como extranjeros, que nos han deleitado con su arte  en aquellas corridas inolvidables. Sin embargo, en la actualidad han disminuido la presentación de éstos carteles de lujo en nuestro pueblo…” según nos refiere, el documentado de la tauromaquia Manuel Chirinos “El gordito de la Capea”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario