domingo, 28 de abril de 2024

EL SAXOFÓN ITINERANTE DE CARLOS AULAR

Por: Héctor Camacho Aular

El tiempo, en su viaje interminable por los senderos luminosos de la eternidad, no se cansa de dejarnos a su paso los trabajos desarrollados por notables músicos populares en su sonora vida. Uno de ellos, es el realzado por Carlos Alberto Aular Ortega, nacido en Canoabo, municipio Carabobo, Venezuela, el 07 de abril de 1954, quién desde muy niño sintió una fuerte atracción por las artes, en especial, por la música. 

Cuando logra culminar su tercer año de bachillerato en la Escuela Granja de Mayorica (Yaracuy)-Venezuela, opta por estudiar en la Escuela de Bandas Militares, ubicada en la ciudad de Maracay, donde egresa como clarinetista en tercer atril. Poco después, el 01 de enero de 1977, logra ingresar a la Banda de Conciertos del Estado Yaracuy, dirigida por Jesús Ignacio Pérez Perazzo. Al año siguiente, es seleccionado para recibir un curso intensivo de Dirección de Bandas en la renombrada Escuela de Música de Los Teques, donde recibe clases de los maestros: Juan Bautista Carreño, Inocente Carreño y Gregory Carreño. A su regreso a San Felipe, es ascendido a la categoría de primer clarinetista de la banda yaracuyana antes mencionada. Paralelo a éste trabajo, incursiona también como ejecutante del saxofón en varias agrupaciones sanfelipeñas, tales como: Patilla y Melón, Sangre Caribe, La Máxima y Nueva Imagen.

En el año 1983, éste progresista músico funda y dirige su propia orquesta de música bailable Sentimiento Latino, en la parroquia Albarico. Dos años después, en el Municipio Bruzual sería el director-fundador de la Banda Experimental del Colegio Santa María así como también de la Banda Show “Catalina de Bolívar”. Al poco tiempo, se encargaría también de dirigir en el estado Portuguesa, a la Banda Sinfónica “José Antonio Páez”. Más adelante, en 1996, sería el director-fundador del inolvidable grupo Tradición Antañona, la cual se mantuvo activo  por espacio de 17 años animando, con su pegajosa música, los espacios del Parque de la Exótica Flora Tropical y Misión Nuestra Señora del Carmen, de la ciudad de San Felipe además de tocar en bailes, celebraciones y serenatas donde eran requeridos sus servicios.

Con la llegada del siglo XXI, el inquieto Carlos Aular a partir del año 2014, decide presentarse en distintos centros comerciales, plazas públicas y calles concurridas de la ciudad, ésta vez, como saxofonista solista ataviado de vistosa corbata y un llamativo sombrero, teniendo como acompañante, en sus actuaciones, una sonora corneta llena  de grandes temas de música tropical. Las ciudades colombianas de Bogotá, Calí, Barranquilla y Cartagena serían testigos de su nueva faceta musical. A su regreso a Venezuela, no vacila en continuar con sus exitosas presentaciones en compañía de su fiel saxofón itinerante dispuesto siempre a divulgar, en vivo, pegajosas piezas inolvidables para deleite del público presente en esos sitios públicos. 

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