lunes, 10 de junio de 2024

EL TORPEDERO MAQUILLADO

Por: Héctor Camacho Aular.

En ocasión de celebrarse en la ciudad de Maracaibo los Juegos Deportivos Nacionales, la selección de béisbol de Yaracuy estuvo alojada en las instalaciones del Liceo “Rafael María Baralt”, conjuntamente con la novena de Lara. En el día de descanso de ambos equipos, el inquieto yaracuyano Esteban logró escaparse, en horas de la noche,  de dicha concentración para irse a parrandear hasta la madrugada, con su amigo Benito Ramírez integrante estrella de la selección de básquet de Carabobo. Muy temprano en la mañana del día siguiente, sus compañeros de equipo comenzaron a balancear rápidamente la litera donde él dormía plácidamente.

Cuando al fin Esteban pudo abrir los ojos, se encontró con la sorpresa de estar rodeado de militares, los cuales custodiaban al Presidente de la República de Venezuela, doctor Rafael Caldera.  Fue entonces cuando por su asustada mente surgió la interrogante: ¿Estoy soñando o lo que tomé anoche estaba “puyao”? De inmediato se le acercó la majestad presidencial y muy sonriente le dijo: Paisano, no ha visto en el espejo a su rostro  en el día de hoy”.

Luego dicho mandatario  pasaría  a saludar, a cada uno de los integrantes de las dos delegaciones presentes en dichas instalaciones, para después salir y despedirse a toda prisa del recinto. Por su parte, el sorprendido Esteban, corrió inmediatamente hacia el baño pasando en su recorrido por el área del  comedor, donde estaban desayunando todos los peloteros que al verlo soltaron una gran carcajada en estéreo. Seguidamente, al ver su imagen en el espejo del baño notó que sus labios estaban pintados de rojo pasión, acompañados de unas enormes pestañas postizas y combinadas con unas cejas luminosas muy bien delineadas de color amarillo intenso y aparte de tener en su  cara mucho polvo cremoso brillante, dando la impresión de tener un maquillaje parecido al de una bailarina del famoso cabaret Moulin Rouge, de la ciudad de París, Francia.

Tiempos después, Esteban volvió a encontrarse con el doctor Rafael Caldera, ésta vez, fue en el Gimnasio “Nicolás Ojeda Parra” de la capital yaracuyana, en un solemne acto para exaltar las Glorias del Deporte Yaracuyano, donde fue condecorado con honor por el Presidente de la República, quién al felicitarlo le dijo, en voz baja: Garrido, averiguaste por fin quienes fueron los autores de la graciecita en Maracaibo”.

Finalmente, todo el mundo supo, a través del propio agraviado, que los autores de aquella comentada ocurrencia  fueron  sus dos amigos peloteros del equipo de Lara: el lanzador Blas Polanco y el toletero José Valerio “Chemeco” Torres. Al primero de ellos, Esteban le puso un cable pelao, con corriente, en la  litera donde dormía y, al segundo, le cortó en pedacitos el pantalón para que no pudiera jugar en los próximos encuentros del certamen.

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