miércoles, 14 de agosto de 2024

MÚSICA MEDICADA

Por: Héctor Camacho Aular.

A mi hermano, el músico anestesiólogo Luis Alfonso Camacho Aular. 

Por los escenarios del teatro de la música popular se han presentado un número incontable de cantantes, compositores, arreglistas y ejecutantes. Muchos de ellos entrarán a formar parte del museo privado de coleccionistas, quienes tendrán la acertada tarea de almacenar, conservar y a las nuevas  generaciones. De esas grandes actuaciones no es de extrañar la historia  de músicos que han compartido su arte con su oficio profesional universitario. Un caso concreto y llamativo, lo constituye la actividad triunfal desarrollada por algunos médicos en franca simbiosis con los sonidos del alma.

En la historia de la música hispanoamericana son varios los ejemplos dignos de darlos a conocer y entre ellos destacamos la actuación del  Dr. Alfonso Ortiz Tirado, cantante mexicano natural de Alamo, Sonora, quién fue uno de los personajes de Latinoamérica que cultivó y divulgó con éxito la canción romántica en la primera mitad del siglo XX. En su vida profesional se desempeñó como ortopedista, con especialización en cirugía reconstructiva.

Otro artista para mencionar será el otorrinolaringólogo Jorge Drexler, cantautor uruguayo de temas como Universos paralelos, La edad del cielo, Causa y efecto, Ganas de tí y otros más. Sin olvidar al traumatólogo colombiano Jorge Villamil, compositor de pasillos, guabinas y pasajes (Felipe Pirela grabaría su tema Espumas, con rotundo éxito) ni al galeno dominicano Manuel Sánchez Acosta, pianista y compositor de más de mil piezas, entre ellas: Paraíso soñado  y Ven. También habría que agregar al grupo de rock hondureño Glasgow 3, conformado por los neurocirujanos: Tulio Murillo (bajo), Oswaldo Fajardo (batería) y Lenin Velásquez (guitarra y voz). 

Sin pasar por alto a las bandas argentinas de los años 90, Los Cuerpos Cavernosos, fundada por siete médicos del Hospital de Pediatría “Juan Gauraaham” y la banda de rock Diga 33, constituida por los músicos medicados: Carlos Riganti (pediatra e inmunólogo) batería, Daniel Ferrante (cardiólogo) saxo, Daniel Marcó (traumatólogo) bajo, Griselda Berberín (pediatra) voz, Mariano Toziano (tocoginecólogo) teclados y el anestesiólogo Roberto Pérez, en la guitarra.

Entre los músicos galenos venezolanos destacados figuran: Simón Wohnsiedler, llamado en su tiempo “El músico armónico”,  médico y creador de valses inolvidables, varios de ellos incluidos en el repertorio de la orquesta Mavare, de Barquisimeto; Juan Ramón Barrios, médico veterinario y compositor de muchos temas, en variados ritmos, entre ellos: el vals Yaracuy; el galeno con postgrados en vías digestivas y radiología, José La Riva Contreras, autor de la famosa pieza Pasillaneando; Henry Martínez, especialista en medicina familiar y exquisito creador de temas contemporáneos; el neurólogo Antonio Villazán, cuarta voz del prestigioso grupo larense Barquisimeto IV; Jesús Sevillano, obstetra y ginecólogo, consagrado cantante de temas populares venezolanos; el pediatra Miguel Ángel Bosch, integrante de Serenata Guayanesa, y  otros médicos más. 

En la región yaracuyana no puede olvidarse el aporte del Dr. Félix Pifano Capdevielle, pionero de los estudios de Medicina Tropical en el país, autor de los valses El tábano y El trancamacán  ni a los internistas: Francisco Sánchez Ochoa, primera voz del trío  Los Universitarios y de Checre Maluff, “El internista de la gaita”, una de las voces estelares del conjunto Esprogaiteros. Sin dejar de mencionar, las composiciones del urólogo Pablo Tirado Reyes (su tema Farolito del ayer, interpretado por Eloy Manuel Bustillo ganó, en 1984, el Festival de música yaracuyana). Ni mucho menos, omitir el  trabajo musical del talentoso  Antonio Torres Rojas, especialista en cirugía general y laparoscopia, aparte de ser un eximio ejecutante de la bandola llanera, para asombro de muchos.

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