Por: Hêctor Camacho Aular.
La historia de la música popular
latinoamericana tiene en el bolero uno
de sus momentos más románticos. Ésta expresión nace en Cuba en el año de 1885,
cuando José “Pepe” Sánchez compone el primer bolero titulado Tristezas
(“Tristezas me dan tus quejas mujer/profundo dolor que dudes de mí/…”). A
partir de allí, van apareciendo, por toda la tierra de Martí, los primeros
compositores y cantantes de éste ritmo quienes, con gran éxito, se encargarán de difundirlo. En los años 20, María
Teresa Vera se convertiría en la primera dama cubana en divulgar, a través de sus
creaciones, los embrujos del bolero. De su inspiración es el recordado tema
Veinte años. Más adelante, Rita Montaner y Esther Borjas, grabarían varias
composiciones, con ese ritmo, pertenecientes al legendario músico cubano
Ernesto Lecuona. También se hacen sentir en los escenarios las compositoras: Cristina
Saledrigas, autora del famoso bolero Ojos malvados (“Si pensaba en ti/para mí
no era vida/si pensaba en ti/para mí era sufrir/…”); Ernestina Lecuona y Casado,
creadora de los temas Anhelo besarte, Solo a ti te quiero, Bésame con ternura, y
otros más, así como la destacada pianista,
arreglista y compositora Isolina Carrillo, cuyo bolero Dos gardenias fue
grabado, en la voz de Daniel Santos con la Sonora Matancera. alcanzando rotundo
éxito, .
En la década de los 40, surge el innovador
bolero feeling en donde se hace notoria la influencia del blue y del jazz logrando
dotar al bolero tradicional con nuevos acordes, además de enriquecer poéticamente las letras de los
mismos. A esa onda creativa se unen las compositoras cubanas Tania Castellanos,
Martha Valdés y Ela O’Farril, en compañía de las cantantes cubanas: Elena Burke (“La
Señora Sentimiento”), Omara Portuondo, Moraima Secada, Esther Montalvan, Argelia Fragoso, Soledad
Delgado Olga Guillot, Blanca Rosa Gil, Gina León Beatriz Márquez, Malena Burke,
Ela Calvo, Rita Gil y otras más.
Con la llegada de la era bailable
y romántica de los años cincuenta, irrumpe en el mundo disquero la guarachera
cubana Celia Cruz, quién con la Sonora Matancera llegó a grabar varios boleros
con su azucarada voz, entre ellos Tu voz (“…tu voz se adentró en mi ser y la
tengo presa/tu voz es tañer de campanas al morir la tarde/tu voz que es gemir
de violines/en las madrugadas/...”). En la década siguiente, domina el
escenario la excéntrica voz de Yolanda Guadalupe Victoria Raymond conocida como
La Lupe, quién grabaría, con su estilo, los inolvidables temas Que te pedí y
Adiós, con el respaldo de la orquesta de Tito Puente.
Lo antes expuesto, es solo una
muestra del trabajo musical desarrollado por las damas del bolero cubano quienes
nunca dudaron en promover con su fuerza
romántica y poética las divinidades del bolero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario