Prensa ÚNETE. Caracas, 19 de noviembre de 2017. Pedro Peña, presidente del Sindicato Único
de la Industria de la Construcción en el estado Lara (Suticel),
explicó que “un trabajador de la construcción ha perdido entre 10 y 15 kilos en
lo que va del año por la mala alimentación que está recibiendo, los bajos
salarios que tienen, y que no les alcanza para nada”.
“Lamentablemente nuestros trabajadores están
migrando a otros países, prefieren irse a trabajar en la economía informal o hacer otras actividades. Por eso,
nosotros lamentamos esa situación porque éramos el segundo mejor contrato
colectivo que había en el país después del petrolero, y hoy los trabajadores de
la construcción, vivimos en una situación crítica”, aseveró.
Afirmó que la situación que están viviendo
los trabajadores de la construcción “es crítica y muy grave”.
“Los trabajadores están trabajando por menos
de un cartón de huevo, por menos de un kilo de azúcar; y en definitiva, por menos
de cualquier producto de primera necesidad que existe en el país”, resaltó el
dirigente sindical.
Sobre el salario del sector construcción Peña
detalló que “un trabajador en el estado Lara gasta hasta 30 mil Bs semanal en
pasajes y le restan 70 mil Bs de su salario. Nos preguntamos, ¿con eso qué se come?”.
Y es que, Peña recordó que una mortadela cuesta
120 mil Bs, un kilo de azúcar 100 mil Bs, cartón de huevo 140 mil Bs. Mientras
que, la carne y el pollo no se consiguen.
A juicio de Peña, la construcción va para el
suelo, y se debe buscar la forma de cambiar al país.
En tal sentido, el dirigente sindical sostuvo
que “este gobierno ha acabado con los salarios de los trabajadores. Aunque, se
habla de un presidente obrerista, se ha acabado con los trabajadores de la
construcción y los trabajadores en general. En este momento nadie puede decir
que la calidad de vida es buena”, afirmó.
Finalmente, Peño exhortó a las autoridades
porque se requiere un modelo diferente que ayude a los trabajadores a recuperar
las ganas de trabajar en la industria. “Estamos pidiendo un cambio”, agregó el
dirigente sindical.
Es la triste realidad venezolana, un pueblo famélico que apenas subsiste
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