Venezuela posee
importantes yacimientos paleontológicos
Trujillano de
nacimiento, este oceanógrafo ha dedicado su vida a continuar los estudios sobre
los fósiles hallados en diversas partes del país. Su más reciente logro, es la
identificación de una serpiente marina que vivió hace 100 millones de años en
los mares del ahora estado Trujillo y que fue denominada Lunaophis aquaticus,
cuyos fósiles ahora forman parte de la colección del Museo de Ciencias.
Nacido
en el estado Trujillo, Jorge Carrillo Briceño es un hombre que ha dedicado su
vida científica al estudio de los vertebrados fósiles que habitaron un
territorio muy distinto al que actualmente llamamos Venezuela: una región donde
una vez desembocó un gran río, una región de costas pantanosas donde dominaban
los reptiles gigantes.
La
región de Urumaco, en el estado Falcón, es una de las localidades de fósiles más importante del norte de América
del Sur. En las zonas aledañas al pueblo de Urumaco, ubicado a 60 kilómetros al
oeste de Santa Ana de Coro, la aridez de su entorno y el trabajo constante de
los procesos geológicos y climáticos, ha propiciado la conservación y
exposición de biotas fósiles, un capítulo de la larga historia del planeta
presente en la región.
Ha
sido este pasado el que ha fascinado a Carrillo Briceño, quien en su voz y en
su mirada, al hablar de su pasión como paleontólogo, aún vive esas vibrantes
experiencias que adquirió en el poblado falconiano.
Vale
destacar que este oceanógrafo –quien tiene una maestría en Oceanografía
(Universidad de Valparaíso, Chile) y cursa estudios de doctorado en
Paleontología y Evolución en la Universidad de Zurich, Suiza - aun estima que
su trabajo en Urumaco, la principal cuenca paleontológica del país, no ha
terminado. Es una labor que ha realizado de forma ininterrumpida desde el 2007
cuando su pasión lo llevó a integrar equipos de trabajo con Orangel Aguilera y
Marcelo R. Sánchez Villagra.
Hallazgo
No
obstante la actividad de este destacado paleontólogo no se limita a la región
falconiana, Carrillo Briceño, junto a
sus colegas Adriana Albino (Argentina) y James M. Neenan (Reino Unido) lograron
la identificación del Lunaophis
aquaticus, una nueva especie de serpiente marina que habitó un antiguo mar
en lo que ahora es el estado Trujillo.
De
acuerdo al artículo sobre el descubrimiento, publicado por la prestigiosa
revista especializada PeerJ, con el título Una
serpiente acuática enigmática del Cenomaniense en el norte de América del Sur, indica
que la nueva especie de serpiente marina prehistórica, vivió hace 100 millones
de años, específicamente en la Era Mesozoica en rocas del período Cretácico .
Lunaophis aquaticus, cuyo nombre en
latín significa “Serpiente acuática de la Luna” e indica su procedencia
(formación geológica “La Luna”), fue una serpiente marina de aproximadamente un
metro y medio de largo, con un cuerpo muy comprimido lateralmente, lo que
facilitaba su desplazamiento en el medio acuático como lo hacen las anguilas
actuales.
Carrillo
Briceño, refirió al blog de Paleo Venezuela que estos fósiles están
representados por pequeños y delicados elementos de la columna vertebral, que
hora forman parte de la colección paleontológica del Museo de Ciencias.
Inexplorado
“Nuestro
país siempre ha sido un lugar muy dinámico, desde que se fracturó Pangea, lo
que ahora es Venezuela quedó en la parte norte del gran continente sureño que
se llamó Gondwana, en ese momento todo el registro paleontológico quedó en
nuestras cuencas sedimentarias, eso sin incluir el escudo de Guayana donde hay
rocas muy antiguas”, explicó.
Carrillo
Briceño asegura que Venezuela ha sido muy importante a la hora de comprender la
evolución de la vida animal en el continente americano. Resaltó que, por su
ubicación geográfica, nuestro país está en un lugar privilegiado y en Urumaco
han quedado pruebas que han llegado hasta nuestros días, vestigios de una rica
y variada fauna que aún guarda tesoros por descubrir.
Agregó
que la paleontología en Venezuela es un territorio que aún tiene muchas áreas
inexploradas, no obstante las cosas que han sido descubiertas en el país han
tenido una contribución muy importante al estudio de los vertebrados en
América. “El territorio de nuestro país tiene un registro de vertebrados
fósiles que data 350 a 380 millones de años”, recalcó.
Enlace
El
paleontólogo afirma que el Museo de Ciencias resguarda una de las colecciones
más importantes del país de vertebrado fósiles correspondiente al Neógeno, esta
colección llegó a la institución luego de que fuera repatriada procedente de la
Universidad de Harvard.
“El
grupo de fósiles fue recolectado en 1972 por una expedición de la National
Geographic Society dirigida por Brian Patterson (paleontólogo de la Universidad
de Harvard) y Clemente González de Juana de la Universidad Central de
Venezuela”.
Y
es que gracias a ese legado patrimonial del MUCI, Carrillo Briceño ha fungido
como enlace para paleontólogos nacionales y extranjeros interesados en el
estudio de los diversos vertebrados fósiles que reguarda nuestro museo, es por
ello que ha hecho el acompañamiento a su colega Rodolfo Salas Gismondi, del
Departamento de Vertebrados del Museo de Historia Natural de Lima, Perú, quien
hace un estudio de sobre la evolución de especies de cocodrilos en la Amazonía,
evolución en la cual los fósiles de Urumaco juegan un papel primordial.
“Esta ha sido mi visita número 12 en los
últimos dos años al Museo de Ciencias, ya que la institución es un brazo fuerte
en nuestras investigaciones, en especial el respaldo de Hiram Moreno quien ha
sido una persona muy importante en el apoyo prestado en cuanto a las
investigaciones y la búsqueda de información complementaria”.
Aportes
El
paleontólogo destacó que su trabajo junto al MUCI no se circunscribe solamente
a servir como enlace con otros investigadores que requieran consultar la
colección paleontológica del museo, sino a realizar aportes y colaboraciones
que permitan incrementar el patrimonio de la institución.
Resalta
que ha participado en el ingreso reciente de nuevas piezas paleontológicas.
Destacó que esto es de suma importancia ya que luego de 30 o 40 años son los
primeros fósiles que pasar a formar parte del patrimonio que resguarda el Museo
de Ciencias.
“Esto
es muy interesante ya que motiva a otros investigadores de las diferentes ramas
de la ciencia a tomar el Museo de Ciencias como una institución confiable para
el resguardo de sus descubrimientos e investigaciones”, resaltó.
Academia
Briceño
Carrillo explicó que otro de los motivos que lo trajo a Venezuela fue el dictar
unas conferencias abiertas en la Escuela de Geología, Minas y Geofísica,
Facultad de Ingeniería, de la Universidad Central de Venezuela denominada Urumaco y su fauna. “Producir ciencia no
es sólo para científicos, sino para el público en general”.
Manifestó
que hacer libros o publicaciones como el de Venezuela
Paleontológica: Evolución de la biodiversidad en el pasado geológico, editado
por Marcelo R. Sánchez Villagra o Tesoros
Paleontológicos de Venezuela: Urumaco, patrimonio natural de la humanidad de
Orangel Aguilera, reeditado por el Museo de Ciencias en el 2004 y Bestias prehistóricas de Venezuela. “Colosos
de la edad de Hielo” (que es de su autoría, publicado en el 2015 con el
apoyo del Grupo de Morfología Evolutiva y Paleontología de la Universidad de
Zürich) tienen como intención llegar a todos los públicos posibles. “Es la
única manera de crear conciencia en el resguardo y protección de nuestro
patrimonio paleontológico”.
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