Como todos los
Miércoles Santo; "El Nazareno" de San Felipe una vez más luce hermoso, impecable y elegante, engalanando a
la Iglesia que lleva su mismo nombre y a las avenidas que recorrerá cuando a
las 6 de la tarde de hoy parta a realizar su tradicional recorrido: Segunda
avenida-avenida Caracas-avenida Libertador-avenida La Patria-para nuevamente
retomar la segunda avenida y llegar al Templo donde permanecerá hasta la Semana
Santa 2018.
Este año, el traje que viste tanto “El Nazareno”
como el “Simón Cirineo” fue donado por la reconocida periodista y además
catequista, Rosmary Alvarez, como pago de una promesa ofrecida, la cual le fue
asignada desde el año 2013. “Este año me correspondió vestir a “El
Nazareno” y a “Simón Cirineo” como pago de una promesa que hice y que me fue asignada en el año 2013, importante
mencionar que más que pedirle, le agradezco por todo, de lo malo se aprende y
de lo bueno disfruto, pero todo es necesario, ya que “El Nazareno” nos invita a
llevar nuestra cruz, así como él llevó su cruz con humildad y resignación”,
dijo.
“Pido abundantes bendiciones para Venezuela, para
Yaracuy, para mi familia, para mi hijo y para todos los que de forma directa e
indirecta me ayudaron a la realización del pago de mi promesa”, expresó.
Muy en especial, Alvarez agradeció a las manos
benditas de las señoras que cristalizaron los trajes; Reina López de Aguilar,
quien confeccionó las túnicas, y de María Villalobos, quien fue la encargada de
decorarlas. “Agradezco a Dios y a “El Nazareno” por haber puesto a estas damas
maravillosas en mi camino, entre las tres hicimos un excelente equipo, hubo
mucha empatía y supieron plasmar lo que yo quería transmitir a través de estos
trajes no solo al Santo sino también a la feligresía, por eso para ellas mi más
profundo agradecimiento, estamos unidas por medio de “El Nazareno” por el resto
de nuestras vidas y más allá”.
Con relación a los trajes, Rosmary Alvarez, explicó que quiso que este año fuesen diferentes, "se retomó el color morado Nazareno y por sugerencias de la sra. Reina el color del traje del "Cirineo" lo varíamos a gris plomo, con respecto al diseño son clásicos, elegantes, impecables y el decorado del traje de "El Nazareno" lleva en su parte frontal superior un cáliz que representa el cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo e insertada la paloma del Espíritu Santo que son los siete dones y los 12 frutos que recibimos en los sacramentos del Bautismo y muy especial en la Confirmación; mientras que en la parte frontal inferior lleva la fachada del Parque Arqueológico e histórico San Felipe El Fuerte, que nos recuerda de dónde venimos... y lo fuerte que somos no solo para levantarnos ante cualquier adversidad, sino lo fuerte que somos con nuestras creencias, con nuestra Fe, con nuestra devoción para con "El Nazareno", procesión que cada año se acrecienta. Los adornos de las mangas y del resto de ambos trajes, simbolizan el río de fieles que recorren la procesión".
Por su parte, Reina López de Aguilar manifestó que
a pesar de las circunstancias se siente feliz de haber trabajado para “El
Nazareno”, “Soy feliz de haberle hecho el vestido a “El Nazareno” y a “Cirineo”, a
pesar de la tristeza que me embarga, porque mi hija falleció hace apenas 10
días, pensé que mi hija iba a estar conmigo viviendo estos momentos-bueno pero
qué podemos hacer-pedirle a “El Nazareno” y a ella que me dé fortaleza y que
Dios nos bendiga y nos dé salud a todos y que “El Nazareno” nos guie por buen
camino. El vestido no dio qué hacer, Dios puso todo a la mano, quedaron bonitos
y elegantes, él (Dios) debe saber mejor que nosotros cómo se hizo, en todos los
caminos que recorrimos él siempre estuvo presente. ¡Que Dios nos dé salud y
bendiga al país y a Yaracuy!.
De igual forma, María Villalobos, exteriorizó
sentirse muy feliz y orgullosa de haber adornado el traje de “El Nazareno” al
mismo tiempo que relató que tuvo una revelación de este Santo, “ocho
días antes tuve un sueño con él, estaba en mi cuarto y me llegó a la puerta,
cuando me desperté le conté a mi hermana, sentí mucha emoción con el sueño y mi
sorpresa es que justo a los ocho días recibí un mensaje de una amiga llamada
Rebeca en el cual me preguntaba si podía decorar el traje, a lo cual respondí
inmediatamente que sí, ¡Que con mucho gusto!, tardé exactamente dos semanas y
en cada bordado que hice sobre el traje hubo muchas peticiones, le pedí muchas
bendiciones para nuestro país, para Yaracuy, para mi familia, para mis hijos,
por supuesto para Rosmary que es quien está pagando la promesa. En la parte
religiosa, me siento muy llena, conjuntamente con mi hermana Marlene que me
ayudó a bordarlos, y ahí está el trabajo perfecto, hecho con mucha Fe y amor
para nuestro Nazareno”, destacó.
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