Prensa, 07/06/2020.- José
Antonio Gil Yepes, director de Datanalisis, manifestó que le llamó la atención
que el gobierno de Nicolás Maduro estableciera que un lote de la nueva gasolina
se venda a precio internacional, mientras que algunos dirigentes de oposición
argumentan que no debe fijarse a ese precio, debido a que la mayoría de los
venezolanos no tiene con qué pagarlos.
“El problema no es que los
precios de la gasolina y de otros productos de consumo masivos sean referidos
en dólares; el problema es que la mayoría no gana lo suficiente para pagarlos”,
aseveró Gil Yepes.
A su juicio, los gobiernos, en
lugar de implantar las políticas económicas que permitan que los ciudadanos
tengan mayores ingresos, lo que hacen es vender productos o servicios del
Estado por debajo de su precio de mercado y hasta por debajo de los costos de
producción o controlar los precios de las empresas privadas. “Por muchas
décadas, los gobiernos han engañado al pueblo, y el este último se ha dejado
engañar”.
Recalcó que estas políticas
son absurdas y reaccionarias porque no permiten expandir la cobertura de
mercado a segmentos de la población que no reciben esos bienes o servicios, “su
producción se deteriora y terminan desapareciendo, como ocurre con la gasolina,
la electricidad y el agua y, así, veremos el día que el Metro de Caracas deje
de funcionar”.
Consideró “absurdo y
reaccionario” controlar los precios de los bienes y servicios que ofrecen las
empresas privadas por las mismas razones y porque esto condena a los
trabajadores y propietarios de esas empresas a recibir remuneraciones ruines y
bloquea la inversión y creación de nuevos empleos.
“Si la solución es elevar
los sueldos en vez de bajar los precios, necesitamos identificar por qué los
sueldos no alcanzan y por qué más de un 50% de la fuerza laboral venezolana es
informal”.
Asimismo señaló que la razón
por la cual los sueldos no alcanzan, se debe a la inflación (la mayor del
mundo) y la baja productividad por trabajador. “Estas limitaciones tienen tres
causas: la monetización del déficit, creación de dinero inorgánico, sin
respaldo en la economía real; la sobrevaluación de la moneda, que crea ventajas
a las importaciones contra la producción nacional y la caída de la inversión,
empleo y producción privada”.
Explicó que esta secuencia
es reforzada por el “error político” de echarle la culpa de la inflación y del
desempleo a las empresas privadas, para justificar dos situaciones más: “controlar
los precios y declarar la inamovilidad laboral; esta salida no sólo es inicua
contra la empresa y sus trabajadores sino también contra los desempleados y
trabajadores informales que, por esa vía, nunca van a conseguir un empleo ni
salarios dignos”.
Gil Yepes, señaló que unas
soluciones clave para la insuficiencia de los sueldos, “son la liberación de
los precios, bajos aranceles y la dolarización de la economía para eliminar la
potestad de quien nos gobierne de monetizar el déficit fiscal y de sobrevaluar
el valor del bolívar frente al dólar”.
Añadió que “afortunadamente”
se ha avanzado en la liberación de precios y en la dolarización; “pero, estamos
particularmente rezagados en la dolarización de los salarios. Esa es nuestra
mayor deuda social como nación y hacia allí necesitamos marchar si queremos
evitar más sufrimientos entre los menos favorecidos, diversificar nuestra
producción, fuentes fiscales y exportaciones”.
Consideró que la aplicación
de estas políticas realistas, “es auto saboteada” por la creencia de la mayoría
de los políticos, quienes aseguran que es necesario proteger a los pobres en
contra de estas realidades. “Pues se engañan los políticos que piensan así, la mayoría
de los ciudadanos están claros de que los están engañando cuando los protegen
contra esa realidad”.
En ese particular, mencionó
que el ejemplo más patente de que el ciudadano está claro de lo que hay que
hacer, “es que el 78% de ellos piensa que, cada vez que decretan un aumento del
salario mínimo, su poder de compra va a caer, en lugar de crecer; lo mismo ocurre cuando se pregunta
cuál es el efecto esperado de un nuevo control de precios, el 64% opina que los
productos van a desaparecer, serán bachaqueados y subirán de precios”.
Informó que recientemente, Datanalisis
realizó un estudio donde preguntaron sobre la distribución y precio de la
gasolina, “si estaría de acuerdo con la privatización de la importación y
distribución de la gasolina, aunque eso significara que se vendiera a precios
internacionales, y para nuestra sorpresa, 67% de los respondientes están de
acuerdo; mientras que solamente el 27% está en desacuerdo; y cuando preguntamos
por el responsable de la escasez de gasolina, el 66% opina que se debe a la destrucción
de la industria petrolera por el gobierno de Maduro, solamente el 17% piensa que
se debe a las sanciones norteamericanas; y un magro 8% dice que se debe a la acción
de la oposición liderada por Juan Guaidó.
Finalmente, Gil Yepes acotó
que el mejor de todos estos mensajes, es que “para cambiar las políticas
económicas ruinosas socialistas, populistas y demagógicas ni siquiera tenemos
que educar al pueblo porque ya se educó a sí mismo observando los disparates
que hemos vivido por demasiados años; a quienes tendríamos que reeducar es a
esa mayoría de políticos del gobierno y de la oposición venezolana cuyos
prejuicios ideológicos o intereses por evitar el crecimiento de la empresa
privada y de los trabajadores no les permiten pensar o ser sinceros”.
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