Por: Héctor Camacho Aular
Una de las grandes orquestas de música bailable en Venezuela ha sido, sin lugar a dudas, la Billo’s Caracas Boys, fundada y dirigida por el músico dominicano Luis María Frómeta Pereyra, conocido artísticamente como Billo Fròmeta, quien con su dinámica agrupación y su música tropical se encargó, a través del tiempo, de animar y alegrar las pistas bailables del país, para deleite de sus seguidores, aparte de dejar también numerosas grabaciones exitosas hasta llegar a convertirla en la orquesta más popular de Venezuela.
En el archivo discográfico de la Billo’s Caracas Boys figuran piezas de diversos autores tanto nacionales como internacionales, grabadas por destacados cantantes de la agrupación.. Entre estas grabaciones encontramos varias de ellas con sabor italiano versionadas al español y ejecutadas con sabroso ritmo tropical caribeño, para deleite de muchos melómanos. Una de las primeras composiciones de origen italiano grabadas por ésta orquesta, según nos refiere el profesor Yovany Barragàn Zambrano, amplio conocedor de la historia de la Billo’s Caracas Boys, fue la canción Mattinata, de Ruggiero Leoncavallo, interpretada, en español, por el bolerista Rafa Galindo, en el año de 1952. Un año después, el mismo vocalista grabaría la canción napolitana Luna rosa (Antonio Vian-Vinchenzo De Crescenzo). En 1959, la voz de Carlos Díaz daría a conocer la versión tropical de los temas: Come prima (M.Panzeri-V.Di Paola-S.Taccani) y Ciao ciao bambina (D. Verde-D. Modugno).
A comienzos de los años 60, sale al mercado disquero el L.P “Canciones de ayer, hoy y siempre. Felipe PIrela con Billo Fròmeta y su orquesta” (Discomoda, 1961), donde el romántico bolerista incluye en su primer álbum como solista, dos piezas triunfadoras en el famoso Festival de San Remo, Italia: Nuestro concierto (Calabrese-Bindi) y Al di la (Carlos Donida-Giulio Ripetti Magol). Además, interpreta, en italiano, la inolvidable canción Mamma (Bruno Cherubini-Cesare Andrea Bixio), siendo la primera y única vez que Felipe Pirela grabará en ese idioma. Cinco años más tarde, en 1966, José Luis Rodríguez, con el respaldo de la Billo’s Caracas Boys, graba el éxito italiano Il mondo (G. Meccia-J. Fontana-Carlos Pes).
En la década siguiente, en 1972, Memo Morales “el gitano maracucho” daría a conocer la pegajosa Juanita bonita, de los italianos Piero Soffici y Piero Rodano. Más adelante, el cantante Renzo Lares, en 1987, grabaría Tutta la vita (Lucio Dalla). Finalmente, la voz de Ely Méndez en 1991, lleva al disco la inolvidable canción: Nel blu dipinto di blu (Volare), de los italianos Domenico Modugno y Franco Migliacci.
Lo antes expuesto, nos ratifica una vez más que la música está llena de gratas sorpresas dispuesta siempre a penetrar en el corazón de los melómanos y dejar constancia que “ l’amore comprende tutte le lingue”.
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