Noticias Destacadas...

Concurso del Bollo Pelón busca promover la cocina tradicional

En Independencia Prensa Alcaldía de Independencia.- Por sexto año consecutivo, el Concurso del Bollo Pelón reunió a los amantes de la gastr...

lunes, 5 de abril de 2021

50 AÑOS DEL BOOM DE LAS GRABACIONES MUSICALES EN EL YARACUY


Por: Héctor Camacho Aular

   La música popular venezolana está llena de muchas historias donde han participado compositores, arreglistas, cantantes y agrupaciones contando algunas  con el apoyo discográfico oportuno  y eficiente de los medios de comunicación, para la divulgación efectiva con el fin de lograr alcanzar el éxito anhelado. Uno de estos ejemplos quedó reflejado en la grabación del vals Niña, realizado a comienzos de los años 70 del siglo pasado. Su historia comienza en el año de 1962, cuando Jesús Reverón compone en San Felipe, por encargo del doctor Eloy Polanco para su hija Katiuska, el vals Inocencia que, más adelante, lo cambiaría por el de Niña. Poco después, su autor se traslada a Mérida, para iniciar estudios de Odontología en la Universidad de los Andes donde aprovecha para  formar parte, como maraquero, del afamado conjunto criollo de la Federación de Centros Universitarios de la ULA, conformado por Julio Maneiro (arpa), Carlos José Martínez (cuatro), José Guillén (contrabajo) y las voces de Ernesto Torrealba y José Tejera. Ésta  agrupación grabaría, en calidad de prueba, varias de sus composiciones  en el año 1965,  para  la emisora Radio Los Andes de Mérida, entre ellas, su vals Niña  en la voz de Gladys Pérez  

Posteriormente, Jesús Reverón decide no continuar sus estudios universitarios y regresa nuevamente a San Felipe. Para ese entonces, su fiel amigo Jesús Colmenárez laboraba en una importante casa disquera en la ciudad de Caracas, quien lo anima y convence para grabar un disco de 45 rpm, con dos de sus composiciones. En breve tiempo, el conjunto sanfelipeño Paramaconi, integrado por Manuel Ochoa (arpa), Francys García (cuatro), Rafael Méndez (contrabajo) y Liborio Silva (maracas), comienzan a ensayar dichas piezas, en la casa de habitación del arpista, con el cantante sanfelipeño Manolo Camacho. Días después, el 23 de abril de 1971, en horas de la madrugada, parten hacia Caracas el conjunto Paramaconi y su voz estelar, en compañía de su representante Manuel Velásquez Armas y el autor de las piezas, utilizando como transporte dos jeeps donde colocaron, en uno de ellos, el arpa en la parrillera del techo y en el otro, el pesado contrabajo. Al llegar al estudio de grabación, optaron por sustituir a éste último por un liviano bajo electro acústico  “Baby” propiedad  de la compañía disquera. El primer tema en grabar  fue el vals Niña, y el segundo sería el calypso Isla Tropical. A los pocos días, le entregarían  a su compositor quinientos discos de 45 rpm, con el sello PARAMACONY, contentivo del vals pasaje Niña, en el lado A y el calypso Isla Tropical, por el lado B, interpretados por Manuel Antonio (Manolo) con el conjunto Paramaconi.

En los meses siguientes el vals Niña, perteneciente al compositor Jesús Reverón, en la atrayente voz de Manolo Camacho acompañado por el conjunto Paramaconi se convertiría en un verdadero éxito en la ciudad sanfelipeña, donde es  promocionado insistentemente  por la emisora Radio Yaracuy, en el estelar espacio “El programa de los artistas yaracuyanos”, animado por el locutor Vicente Silva Villanueva. En breve tiempo, el tema Niña también sería difundido por las  radios de la región centro-occidental, alcanzando   amplia aceptación en los oyentes. Con éste llamativo vals se daría inicio al boom de las grabaciones de los artistas yaracuyanos.

A principios de los años ochenta del pasado siglo, el vals Niña también sería llevado al acetato por la imponente voz de Libhey Ríos, acompañada por Franklin Sánchez y su Conjunto. Seguidamente, a principios del siglo XXI, la afinada interprete Maritza Alvarado de Reverón, lo grabaría triunfalmente para ser incluido en  el inolvidable  CD “San Felipe…Siempre San Felipe. 50 Feria de Mayo” (Alcaldía del Municipio San Felipe, 2004).

No hay comentarios:

Publicar un comentario