La causa de la demanda: discriminación de género.
Amelia
Sofía Montilla nació en San Felipe estado Yaracuy un 19 de mayo de 1994, en su
partida de nacimiento y en el resto de su documentación aparece como Anthony
Carl Barrasa Montilla, hija de Carmen Montilla natural de Betijoque estado
Trujillo y Antonio Barrasa oriundo de Santa Marta-Colombia, es el segundo de
tres hijos de esta unión, además tiene otro hermano menor fruto del segundo
matrimonio de su madre, ya que su papá murió cuando él tenía tan solo 6 años de
edad.
Escogió
el nombre de Amelia en honor a su abuela paterna, a pesar de que nunca la
conoció pero se sintió identificada con el mismo. Conozcamos sobre su historia…
“Cuando tenía 5 años yo descubrí que realmente era una niña, pero yo sentía que era una niña diferente a las demás, era algo que internamente y mentalmente sentía, pero que no podía exteriorizar porque cuando uno va creciendo va creando una conciencia y tus padres te van concientizando y formando de que tú eres hombre o mujer”., Amelia.
¿Recuerdas la primera manifestación o indicio que
tuviste de que te sentías niña en vez de niño?
Si, en algún momento le pregunté a mi mamá por qué
tenía miembro masculino y no femenino, mi mamá sencillamente me respondió
‘Naciste hombre’ ”.
Relata
que su mamá sintió que algo no andaba bien, pero hace énfasis en decir que hace
una década su madre no tenía la misma cultura sobre lo que es una persona transgénero,
razón por la cual tomó la decisión de llevarlo al psicólogo pensando que era un
trastorno de género.
Amelia
que era Anthony para aquel entonces no le quedó de otra que continuar su
infancia y adolescencia como varón, sin embargo, destaca que siempre fue una
persona muy tímida, introvertida, retraída, “no me identificaba con lo que era
por fuera y para esa etapa de mi vida no exteriorizaba lo que realmente
soy-una mujer-por la sociedad y la familia, por el miedo al rechazo y eso
deprime”, comenta.
Ya que hablas de rechazo y miedo, ¿alguna vez sentiste
rechazo por parte de tu familia?
Para nada, mi papá falleció cuando yo solo contaba 6
años de edad, por lo tanto, no vivió lo que yo estoy experimentando ahora y con
mi mamá tampoco, obviamente se asusta, pero era un susto de protección porque
no quería que nadie me hiciese daño, y eso, yo lo comprendí a medida que fui
creciendo y aceptando.
Con respecto a mis hermanos, todos me respetan, a
pesar de que quizás no estén de acuerdo, aún a cuando no me lo digan.
A los 14 años me comenzaron a gustar los chicos
Amelia
cuenta que durante la adolescencia trató de tener un bajo perfil para no llamar
la atención, "¡Claro!, cuando tenía 14 años me comenzaron a gustar los chicos, pero
yo siempre reprimía eso para que los demás no se dieran cuenta, pero cuando
eres una persona que gesticula mucho, es muy difícil esconderlo. Y confieso que
sí pasé por lo que llaman hoy en día “bullying”, pero nunca me afectó porque yo
desarrollé una coraza".
La primera vez que se alejó de casa
Una
vez concluido el bachillerato, Amelia presentó la prueba vocacional de la cual
dice con mucho orgullo haber obtenido 100/100 y más el promedio de 17,80
puntos, le salió cupo para estudiar en Valencia en el área de Ingeniería
Química, pese a que en el fondo no le gustaba la carrera, emprendió su rumbo a
esta ciudad, quizás más motivado por la razón de que en esta urbe hace vida la
comunidad GLBT (Gays, lesbianas,
bisexuales, transgéneros) más grande del país, “ya yo iba con la intención de redescubrirme, buscar respuestas a lo
que yo sentía y pensaba”.
¿En ese mundo qué conociste y comenzaste a
experimentar; drogas, sexo?
Nada
de drogas, a pesar de que no soy el más apropiado para juzgar a nadie, a lo
largo de la vida tomamos decisiones sean buenas o malas, pero nos hacen
aprender.
Estuve
en una residencia donde conocí muchos chicos gays, nos hicimos amigos pero
nunca tuve con ellos ninguna relación sentimental ni sexual. Como siempre he
tenido más aspecto femenino que masculino, ellos me veían como una amiguita.
En
el 2011, un amigo maquillador me dice “tú
te debes ver bonita de mujer a mí me gustaría hacerte una prueba de maquillaje
y me gustaría llevarte a un concurso si te ves bien”, ese día también me
llevó a una discoteca y causé impacto, es desde ese momento que comienza mi incursión en
concursos gays de belleza.
En la Srta. Babilón conocí a mi primera amiga
transexual Dayana Izaguirre, que hoy en día está en España, la cual me ayudó
mucho en relación a la orientación que me dio en muchos aspectos, por ejemplo saber
diferenciar entre lo qué es un travesti, un transgénero, un transexual, entre
otros, lo que para el momento desconocía.
¿En este momento tú que eres?
Travesti, apenas desde el año 2014 inicié el proceso
de hormonización, esto lleva años no es de un día para otro, no me he hecho
ninguna operación, de paso no es fácil actualmente conseguir esos medicamentos
en el país.
En el 2014 le dije a mi mamá hasta hoy llevó la cruz
de Anthony, no voy a dejar de ser tu hijo, pero quiero que conozcas a tu hija.
Mi mamá lloró pero siempre me apoyó y me pidió asesoría porque era un mundo
totalmente desconocido para ella.
Por supuesto, antes de empezar con la hormonización
visité especialistas en el área de psicología y endocrinología.
Este proceso es totalmente serio, porque hay muchas
personas que conozco de la comunidad GLBT que están como confundidas; piensan
que esto es un juego, hoy son mujeres y al otro día se cortan el cabello y son
varones, esto va muchísimo más allá, es algo que se vive a diario.
Yo sé que físicamente me hace falta mucho para
parecerme a lo que yo realmente quiero, que es ser una mujer, tampoco es que me
siento mejor que una mujer, todo lo contrario yo siempre he admirado a las
mujeres, porque ellas han jugado un papel muy importante en mi vida, son las que me
han apoyado, mis mejores amigas son mujeres y mi madre es una mujer y solamente
con el hecho de haberme obsequiado la vida, es la mejor bendición que me ha
dado.
Mucho se habla de que ustedes han sido abusadas o
violadas ¿Es tu caso?
Para nada, yo he corrido con muchísima suerte en ese
aspecto, porque mi mamá siempre me apoyó y cuidó.
¿A qué edad
tuviste tu primera relación?
Mi primera relación sentimental fue a los 15 años.
¿En una relación sexual cómo te sientes?
Yo me siento como una mujer, en rol pasivo pero igual
mujer, no tengo ningún problema, aunque es muy difícil cuando eres una mujer ‘trans’
el mantener una relación estable con un hombre, en especial en nuestra cultura.
Eso sí, si vas a mantener relaciones sexuales,
colócate un preservativo, una siempre se tiene que cuidar y cuidar al resto de
las personas, hay que ser responsables, quererse una misma y ser responsable
con una y con los demás.
Actualmente
Amelia cursa el V semestre de Seguridad e Higiene Industrial en un instituto de
la capital sanfelipeña y aunque ya está próxima a graduarse, no todo fue color
de rosa en este transitar, ya que no la aceptaban que asistiera a clases como
lo que ella se siente, una mujer.
“En el segundo período del 2013 me inscribí,
obviamente como aparezco ante la ley como Anthony, de paso tenía el cabello muy
corto y me saqué el carnet como varón pero ya en ese momento ya había tomado la
decisión de ser una mujer transgénero, por lo tanto, para cuando comencé a
cursar el segundo semestre en marzo 2014 me fui vestida de mujer, de una mujer
decente pero no me quisieron dejar pasar, ese mismo día mis compañeros de
clases me apoyaron muchísimo porque ya les había comentado mi realidad, me
molesté mucho y me dejaron pasar a conversar con la subdirectora pero igual fue
en vano (por cierto, anteriormente una amiga que estudiaba ahí vivió mi misma
situación y no pudo continuar sus
estudios por falta de orientación y asesoría).
En mi caso, el desenlace fue feliz gracias a la
asesoría que tuve por parte de Tamara Adrián,
activista pro derechos de la comunidad sexodiversa en
Venezuela y hoy en día diputada en la Asamblea Nacional, quien me recomendó buscar
un abogado y demandar a la universidad por discriminación de género, este
proceso duró un año en el cual me exigieron hasta las pruebas de la
hormonización y pese a que no debía mostrarlas, ¡las mostré! porque yo no tengo problemas en
mostrarme tal cual soy, eso permite ganarse el respeto de los demás, no me dejé
pisotear y salí victoriosa.
Además, Amelia explica que incluso el abogado defensor le
preguntó si quería una beca por el resto de la carrera, a lo que ella respondió
que continuaría pagando sus aranceles ya que lo único que quería era que la
respetarán como mujer y la dejasen estudiar ¡Yo
me gané el respeto de los demás! y otro de los beneficios que se ganó fue
el de entrar al baño de mujeres a retocarse el maquillaje y dice orgullosamente
“Hasta les doy consejos de belleza a las
muchachas”.
Concursos gays de belleza en los cuales ha participado
- 2011: Miss Millenium Gay Venezuela, concurso amateur-Valencia. Quedó de tercera finalista.
- 2011: Caribean Beach-Zulia. Se coronó.
- 2011: Srta. Discoteca Babilón. Segunda finalista.
- Top model. No figuró en el cuadro.
- 2016: El próximo concurso en el cual participará Amelia portando la banda de Miss Apure será el Miss Gay Venezuela Centro, siendo el segundo concurso más importante en esta área del país, y que se efectuará el venidero 15 de septiembre en el Red Carpet ubicado en la Asociación de Ejecutivos de Valencia estado Carabobo. Participa por segundo año, la primera vez no quedó en el cuadro.
A
penas se gradúe tiene como objetivo irse del país, específicamente para España,
en gran parte porque quiere desarrollarse completamente como una mujer
transformada y ella opina que en Venezuela aún estamos en pañales en este tema,
desea vivir en una sociedad donde pueda transitar libremente sin que nadie la
señale “en pleno siglo XXI aún en mi país
viven con estereotipos, yo me monto en una buseta y me miran como si yo fuese
un ser extraño de otro planeta, se ríen de mí, no hay cultura en cuanto al
respeto que merecemos”.
También,
quiere terminar su transformación como mujer en el país ibérico y estudiar
diseño integral.
“Quiero hacer las cosas bien y no correr ningún
riesgo”
Para finalizar esta entrevista, Amelia dijo que quiere
hacer las cosas bien y no correr ningún riesgo, así que por los momentos tiene
pensado concluir su proceso de hormonización y hacerse la mamoplastia, y
esperar que la ciencia avance más con respecto a la reestructuración del
aparato genital.
De
igual forma, manifestó que quiere formar parte de organizaciones que trabajen
en pro de los derechos de la comunidad ‘gays’ y ‘trans’, en especial de esta última
que según ella es la más marginada, para que se les respete su espacio en la
sociedad “Si tú no trabajas para que las
cosas cambien, entonces las cosas no cambian”. Dijo que el respeto incluso
debe ser hasta dentro de la misma comunidad GLBT a la cual pertenece porque hay
mucha discriminación entre ellos mismos, por la misma sexodiversidad.
“Quiero que la sociedad nos vea como lo que somos:
seres humanos, que al igual que otros estudiamos, trabajamos, somos personas
cultas, que se quiten esos estereotipos tales como que somos plásticas,
prostitutas, entre otros”, opinó.
Amelia, ¿qué mensaje le das a las personas que están viviendo tu experiencia y al resto de la sociedad?
Mi mensaje para los que estén experimentando lo mismo que yo experimenté en cierto momento, es que se acepten tal cual son, no le tengan miedo al Mundo, hablen con su padres, infórmense sobre lo que realmente son, sean personas responsables y seguras de sí mismas, porque en la calle la gente es bastante dura, pero si te aceptas, te amas y estás segura de lo que eres, no te va importar, que se llenen de mucha fortaleza y que crean en Dios, porque Dios es la fuerza más importante que una tiene, expresó.
Mi mensaje para los que estén experimentando lo mismo que yo experimenté en cierto momento, es que se acepten tal cual son, no le tengan miedo al Mundo, hablen con su padres, infórmense sobre lo que realmente son, sean personas responsables y seguras de sí mismas, porque en la calle la gente es bastante dura, pero si te aceptas, te amas y estás segura de lo que eres, no te va importar, que se llenen de mucha fortaleza y que crean en Dios, porque Dios es la fuerza más importante que una tiene, expresó.
Para el resto de la sociedad mi mensaje es que no
importa si somos heterosexuales, homosexuales, travesti, entre otros, lo
importante es que seamos útiles, que seamos personas que sumemos no que
restemos, puntualizó.
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