Hay una frontera entre solidaridad e
injerencia
- Existen dos oposiciones legítimas, una que llama a la abstención y otra que ha decidido participar del proceso electoral, y la comunidad internacional debe mantener equilibrio y neutralidad entre ambas.
- Hemos recibido denuncias acerca de que algunas embajadas han establecido contacto con candidatos, activistas políticos y miembros del sistema electoral para conminarlos a no participar.
En carta dirigida a los embajadores acreditados en Caracas,
el movimiento JUNTOS La Venezuela que viene expresa su
preocupación por lo que considera “expresiones
que parecen involucrarse ya no sólo en asuntos de nuestro país sino en el
debate interno de la oposición venezolana”.
La misiva, suscrita entre otros por Enrique Ochoa Antich,
Nicmer Evans, Jorge Lepage, Gustavo Hernández, Saverio Vivas, Christian
Chirinos, Julio César Reyes, Luis Martínez, Orángel Palma, Pável Mudara y
Oswaldo Guzmán, miembros de la Dirección Política de JUNTOS, comienza por subrayar
que Venezuela padece “una de las más
graves crisis de su historia: en lo político, en lo económico y en lo social”. Y
luego de señalar que “existe una línea
roja que separa la solidaridad de la injerencia”, proclama: “Los
venezolanos queremos resolver nuestros asuntos por nosotros mismos, y queremos
hacerlo siguiendo una ruta democrática,
esto es: civil, pacífica, electoral y nacional”.
Ya en los párrafos finales, JUNTOS informa que ha recibido denuncias de que “algunas embajadas han establecido contacto
con candidatos, activistas políticos y miembros del sistema electoral para
conminarlos a no participar como si se impartiesen órdenes”. JUNTOS expresa en la carta que rechaza esta intromisión y que reclama mayor ponderación y recato.
Para los juntistas hay dos oposiciones, una que llama a la abstención y otra
que ha decidido participar del proceso electoral, y sostiene que la comunidad
internacional debe mantener equilibrio y neutralidad entre ambas.
A continuación el texto completo de la misiva:
Señores embajadores:
Como la comunidad internacional sabe, Venezuela, nuestro
país, atraviesa una de las más graves
crisis de su historia: en lo político, en lo económico y en lo social. Esa
crisis tiene sus causas más profundas en el ejercicio autoritario del poder, en
la fractura profunda de la sociedad venezolana, en la corrupción, en la
estatización abusiva de áreas claves de la economía, en controles excesivos
como el cambiario, en la politización y el endeudamiento de nuestra industria
petrolera, entre otras.
Las naciones del mundo han manifestado de mil maneras su
solidaridad con el pueblo de Venezuela. Esos gestos de solidaridad, expresados
en acuerdos, investigaciones en organismos internacionales de derechos humanos
en las Naciones Unidas y en la Organización de Estados Americanos, y activismo
político de denuncia, se agradecen. Subrayamos no obstante que existe una línea roja que separa la solidaridad
de la injerencia.
Los venezolanos queremos resolver nuestros asuntos por
nosotros mismos, y queremos hacerlo siguiendo una ruta democrática, esto es: civil, pacífica, electoral y nacional.
Queremos una institución armada que regrese a su rol institucional subordinada
al poder civil: si repulsamos el uso partidista de la Fuerza Armada, tampoco
podemos querer ni propiciar salidas militares como el golpe de Estado. Creemos
en la protesta de calle, en particular la protesta
social, pero pacífica, no en actos vanguardistas y violentos como los que
padecimos los venezolanos en 2014 y 2017: condenamos, así mismo, los actos de
represión masiva e indiscriminada e incluso selectiva por parte del Estado. No
nos gustan los atajos ni apostamos al espejismo de los asaltos al poder, sino
en la expresión de la voluntad popular mediante el voto: por ello reprobamos el abuso del poder durante los
procesos electorales que busca torcer esa voluntad pero creemos que hay que votar. Y rechazamos con orgullo patriótico que la solución de nuestros problemas
deba buscarse en intervenciones militares extranjeras: tampoco aceptamos la
inaceptable presencia de algunos países en áreas especialmente sensibles del
Estado venezolano.
Venezuela tiene este año, de acuerdo a la Constitución de la
República, una cita electoral para elegir a un nuevo presidente. En la
oposición se han expresado diversas
visiones estratégicas a este respecto: unos creen que se debe votar porque,
aún con estas condiciones limitadas por el régimen autoritario madurista, es
posible vencer y cambiar el curso de nuestra historia; otros consideran que
hacerlo es validar un proceso de partida fraudulento y legitimar al gobierno de
Nicolás Maduro. Desde JUNTOS La Venezuela que viene, presente en
el Comando de Campaña de Henri Falcón
y así mismo en el Frente Amplio
Venezuela Libre, hemos exigido que quienes defienden una u otra visión se respeten mutuamente y hemos dicho
que queremos ser bisagra de la gran oposición
no radicalizada.
Éste es un debate que
debe dirimirse entre los venezolanos. Hemos leído declaraciones de voceros
de organismos internacionales (como el caso de Luis Almagro, Secretario General
de la OEA) y de funcionarios diplomáticos de algunos de sus países, que parecen involucrarse ya no sólo en asuntos
de nuestro país sino en el debate interno de la oposición venezolana. En
particular, tomando partido a favor de la estrategia abstencionista o al menos
conducente a no participar en los comicios presidenciales convocados para mayo
próximo. Incluso, hemos sido informados
por diversas vías que autoridades de algunas embajadas han establecido contacto
con candidatos, activistas políticos y miembros del sistema electoral para
conminarlos a no participar como si se impartiesen órdenes. Por eso les
escribimos estas líneas, para rechazar
esta intromisión y para reclamarles mayor ponderación y recato.
Desde JUNTOS
celebramos el interés y la solidaridad internacional para con un pueblo que
como el venezolano está agobiado por el hambre, la pobreza, el
desabastecimiento, la corrupción, la violencia y el colapso de todos los
servicios públicos. Escuchamos con atención su voz cuando se exige el respeto a
nuestros derechos democráticos violentados por un régimen autoritario que los
atropella diariamente. Pero, como hemos dicho, sabemos que hay una frontera clara entre la solidaridad internacional y
la injerencia.
Los venezolanos resolveremos, más temprano que tarde,
nuestros problemas. Los venezolanos superaremos los actuales escollos para
encontrar el camino hacia la democracia plena y el progreso con justicia social
para todos. Lo hemos hecho antes y lo haremos ahora porque, no les quepa la
menor duda, los venezolanos podemos.
Por la dirección política de "Juntos la Venezuela que viene":
Enrique Ochoa Antich, Nicmer Evans,
Jorge Lepage, Gustavo Hernández, Saverio Vivas, Christian Chirinos, Julio César
Reyes, Luis Martínez, Orángel Palma, Pável Mudara y Oswaldo Guzmán.
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