Reconocida
la designación de Antonio Rivero como cronista universitario
Con una destacada conferencia
sobre la labor y la importancia del cronista regional e institucional, la
Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) recibió al antropólogo e
historiador venezolano Rafael Strauss en el I Encuentro de Cronistas
Universitarios, el cual se llevó en la sede del Centro de Estudios para la Hospitalidad
y el Turismo (Cehotur) de esta institución.
El vicerrector de la UNEY,
Wullian Mendoza, se encargó de aperturar este encuentro agradeciendo a los
asistentes y a Strauss por su presencia, afirmando que esta casa de estudios
siempre estará abierta para brindar actividades de este tipo y ofertar espacios
como el Diplomado “Gilberto Antolínez” para seguir creciendo.
Asimismo, el vicerrector
realizó un acto de reconocimiento al docente Antonio Rivero Bustillo como
cronista universitario de la UNEY, haciendo lectura de la resolución emanada
del Consejo Universitario que lo acredita como tal. Esto con la intención de
crear proyectos dirigidos a la construcción de la memoria histórica
institucional, además al ser la primera y única universidad del país con una
novedosa experiencia en la formación de cronistas universitarios, avanzando
ejemplarmente con la creación oficial de la figura de su propio cronista.
Historiar todos los días
Rafael Strauss, investigador y
autor de varios libros, y quien vivió parte de su infancia en Guama, denominó
su conferencia “Historiar todos los días” para abordar características y
particularidades del cronista y su trabajo cotidiano.
Con un estilo pragmático, el
historiador describió importantes elementos que la figura del cronista debe
tener para definir y hacer más respetable su resultado documental, afirmando
que el cronista debe narrar y explicar el pasado siendo por convicción un
humanista, una idea que según él, convoca a todas las disciplinas que tienen
que ver con el ser humano al vincularla con la antropología y la cultura.
Destacó que esta figura debe
tener ciertas virtudes como la humildad, la pasión, la objetividad, la
curiosidad, la sensibilidad y el respeto, sumado a algunos factores emocionales
que de manera natural como ser humano se puedan explotar para lograr crear y
producir un trabajo impecable. Considera además que debe contar con una buena
ortografía, con la iconografía y la utilización de la cultura histórica como
una de las principales fuentes para la investigación.
“El cronista está obligado a
escribir sin errores ortográficos, procurando generar una buena lectura que no
solo se lea sino que sorprenda”, reafirmó, haciendo énfasis en la utilidad de
la crónica como un registro de hechos, relatos, sucesos y noticias de todo tipo
como una fuente en presente y futuro que facilita la historia.
La profesionalización del
cronista
Para Strauss es un acierto
extraordinario el trabajo que la UNEY está haciendo a través del diplomado
“Gilberto Antolínez”, sobre todo cuando se percibe que el cronista sigue siendo
víctima de aquella persona que se siente académica. Por ello, señala que es
importante que considere su profesionalización, ya que al desarrollar una labor
como el de recopilar datos, anécdotas, historias de personajes o eventos
locales, le da cuerpo a una comunidad, a las personas que viven en ella o a una
institución, convirtiendo ese trabajo en una fuente histórica.
“Defiendo la
profesionalización del cronista porque la historia, la antropología y sus
distintas subdisciplinas tienen derivaciones metodológicas que facilitan su
trabajo y lo enriquecen”, dijo.
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