“Los resultados preliminares de esta investigación arrojan que de los aproximadamente 409 fragmentos óseos, 407 son restos humanos, que clasifican dentro del género “homosampiens”, Albani Monroy.
Proponen creación de Museo Arqueológico Comunitario en la Capilla Santa Inés del municipio Cocorote y declaratoria de Patrimonio Nacional Cultural
(Rosmary Alvarez CNP N° 18.716 lcda.ram@gmail.com Cocorote estado Yaracuy) Marcelino Salcedo, cronista del municipio Cocorote manifestó que sobre
la historia de la Capilla Santa Inés del Monte ubicada en el municipio Cocorote
en el estado Yaracuy, es pertinente mencionar dos historias; la primera, es que
la Capilla es propiedad de la familia Muñoz Zea, quienes han mantenido la
tradición -ya por tres generaciones-
de celebrar el velorio a Santa Inés del Monte cada 21 de enero. La segunda, es
la de la osamenta y los restos cerámicos que se han encontrado. “Según la tradición oral -desde que tengo uso de memoria- se dice que
estos restos eran de españoles que vivieron en la Colonia y terminaron tapiados
en el Terremoto de 1812. No hay ningún documento que avale esta tradición
oral”, dijo.
Salcedo continuó diciendo que, durante su
asistencia a un “Encuentro Nacional de Patrimonio Funerario”, tuvo la
oportunidad de conocer a una docente de la Universidad Central de Venezuela
(UCV) que les impartió una ponencia sobre el “Cementerio
de los extranjeros en La Guaira”, a la cual se le acercó una vez concluida su intervención para exponerle el
caso de la Capilla, y que gracias a esta conversación, la docente pasó a ser la
directora del proyecto bioarqueológico de la misma.
Asimismo, Salcedo indicó que los miembros del
equipo a cargo de esta investigación fueron traídos por primera vez a Cocorote
durante los días 20,21 y 22 de octubre de 2017, “en aquella oportunidad vino el profesor Carlos Alberto Martínez,
quien para el momento era el coordinador de la Escuela de Antropología de la
UCV; Albani Monroy, directora del proyecto; Isabel de Jesús del Instituto Patrimonial de Venezuela;
Enmanuel Valero, antropólogo físico del Ministerio Público; Yoendris Rodríguez,
Anabel Lozano, Yonder Jiménez y Carmen Cedeño, todos ellos pertenecientes al
Grupo de Investigaciones Arqueológicas (GUIAR) de la UCV con el fin de primero,
verificar si en esta zona habían elementos arquitectónicos de aquella Iglesia
original, porque se decía que en esta zona estaba asentada la primera Iglesia
católica de nuestro municipio y que desapareció por el Terremoto de 1812;
segundo, establecer -si no era la Iglesia- si la construcción que se hizo
estaba sobre algún asentamiento indígena; y tercero; datar, limpiar, clasificar
y ordenar la osamenta que se encuentra acá”.
En esta segunda visita -informó Salcedo- lograron converger varias instituciones además de la
UCV; la Gobernación de Yaracuy, la Alcaldía de Cocorote, la Corporación
Yaracuyana de Turismo (Coryatur), la Universidad Nacional Experimental de
Yaracuy (UNEY), la Red de Cultura, el Grupo “Llama Ancestral” y la comunidad
organizada del Barrio La Cruz y del Barrio Los Bomberos. “Queremos contribuir a la reconstrucción del pasado de nuestro
municipio Cocorote -que ha estado lleno de mucha fantasía, de mucha fábula, de
mucha leyenda, que es buena para la literatura, pero no para la historia- nos
decía Albani, que hay un planteamiento que surge de esa primera visita, que es
la Creación de un Museo Arqueológico Comunitario y declaratoria de Patrimonio
Cultural Nacional, obviamente hay un protocolo que hay que seguir con el
acompañamiento del grupo de investigación”, resaltó.
Habla la directora del proyecto de la UCV
Por su parte, Albani Monroy, docente de la UCV y
además directora del proyecto bioarqueológico que se realiza en esta Capilla, declaró
que “la primera etapa de la investigación en
el año 2017 consistió en dos fases; una de bioarqueología, que consiste en la
excavación de los terrenos aledaños a la Capilla Santa Inés del Monte, y una
forense o biología, en la cual trabajamos con los restos que están dentro de la
Capilla. Los resultados preliminares de esta investigación arrojan que de los
aproximadamente 409 fragmentos óseos, 407 son restos humanos, que clasifican dentro
del género “homosampiens”, todos estos huesos estaban en regular estado de
conservación, sin embargo, se les hizo una limpieza preventiva y se dieron una
recomendaciones, que han sido tomadas a cabalidad”.
Con respecto, a la segunda etapa de la
investigación, Monroy explicó que se incorporan especialistas con más de 30
años de experiencia forense, “donde vamos a ver
patologías bien interesantes como osteosarcomas (cáncer de hueso) y lo que
estamos viendo en estos hallazgos es que tenemos mucha presencia indígena - ¡nos
sorprende mucho!, porque ya una de las hipótesis comentadas por el cronista
comienza a tomar más fuerza- en esta etapa vamos a hacer individualización de
sujetos por ancestría, género, edad, sexo, entre otros. También, vamos a hacer
una lateralización, proceso biológico bastante amplio para determinar género y
edad aproximada”.
Monroy
señaló que desde el 19 y hasta el 22 de enero, estuvo desplegado el equipo
entre los que se encontraba la Dra. Maryori Pacheco, con muchos retos por
delante. “Los restos de la investigación en primer lugar, es la
sensibilización y concientización para la comunidad y las instituciones
públicas. Otro reto, es que este espacio
-que califica- pueda ser declarado como bien patrimonial cultural para la
nación”.
Importante
recalcar que el trabajo de la UCV, lo están haciendo “ad honorem” por parte de tesistas
y antropólogos. “La idea es incorporar más tesistas y hacer convenios de
cooperación”.
En
este orden de ideas, el alcalde de esta jurisdicción, Amado Torres, exteriorizó
que como un solo gobierno apoyan este tipo de proyectos por la
importancia que reviste para el municipio “Estamos trabajando para ser
una referencia turística, religiosa y gastronómica del país… este proyecto
permitirá conocer la historia y visualizar las potencialidades del municipio”.
También,
Egilda Figueredo, autoridad única de turismo en la entidad, mencionó que es
importante retomar estos estudios no solo en Cocorote sino igualmente en otros
municipios del estado, destacando que hoy en día un gran porcentaje de personas
que hacen turismo a nivel mundial, se desplazan teniendo como punto de interés
la cultura “tenemos el caso de NIrgua, de Bruzual, entre otros, para ir
transformándolo en ese turismo cultural, que atrae muchísimos turistas y queremos
en el estado Yaracuy potenciar lo mítico religioso -que ya somos una referencia
nacional e internacional con el culto de María Lionza- sino también dar a
conocer otros atractivos”.
Asimismo,
Figueredo agradeció al gobernador Julio León por todo el aporte que brinda para
este tipo de actividades, subrayando que “el turismo debería ser el
primer motor de la economía venezolana junto al motor agroalimentario”, puntualizó.
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