Hurgando
Por: Periodista Julio César Hernández Carrera/
El mes de marzo
dedicado a los médicos éste año no contará con la presencia del Dr. Alcides
Ynojosa Rojas, quien supo enarbolar las banderas de compasión y justicia por
los más necesitados, esa actitud la mantuvo a lo largo de toda su vida, desde
su época de estudios hasta después de graduado como médico cirujano, título
obtenido en la Universidad del Zulia. Él entendió que para ser un buen médico
había que estar al tanto en los avances de la ciencia. Todo ello se desprende
al darle un vistazo a su ficha biográfica: Curso básico de medicina
ocupacional, curso medio de salud pública, inducción de contraloría sanitaria y
saneamiento ambiental, gerencia en servicios de salud, gerencia en las nuevas
organizaciones de salud, control de gestión de derecho laboral para médicos,
régimen disciplinario de los funcionarios públicos, educación diabetológica,
asistió al II Congreso Venezolano de Salud Comunitaria y primer Congreso
Internacional; además de todo esto, estaba al día con los últimos estudios y
experimentos de la medicina.
Escuchando la
palabra del Papa Francisco en la XXXI Jornada Mundial del Enfermo titulada:
"La compasión como ejercicio sinodal de sanación" señaló que la
enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana, pero si se vive en el
aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y la compasión,
puede llegar a ser inhumana. Conociendo tanto las ejecutorias del doctor
Hinojosa, me parece estar muy de acuerdo en lo dicho por el Santo Padre; es
más, Alcides traspasó las barreras de la medicina, lo asediaban las injusticias
y los abusos del presente régimen venezolano, por eso se colocó en Yaracuy en
los primeros lugares de las denuncias para despertar la conciencia de nuestro
pueblo, sus palabras las fortalecía con acciones y muchos fueron los enfermos
que recibieron sus servicios profesionales sin el cobro alguno de dinero,
siempre lo acompañó el espíritu del samaritano; de este modo pensaba que era
una de las maneras de poder salir de un mundo cerrado, pensando y gestando un
mundo abierto, en donde no debemos negar la fraternidad sobre todo en un
momento donde estamos más necesitados de ayuda, navegando en un mundo de
injusticia y violencia, Venezuela es un país en donde soportamos muchos
sufrimientos y contradicciones todo lo cual hacían mortificar al gran médico
yaracuyano que se nos fue el pasado año. Por él oramos para que el todopoderoso
lo tenga en el sitio de la luz y de la paz.
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