Turbantes africanos; una tradición que sobrevivió a la diáspora, el racismo y al modernismo

Taller dictado en San Felipe

Gabinete Ministerial para la Cultura del Estado Yaracuy-. Este jueves 26 de octubre, en horas de mañana, una considerable cantidad de mujeres y hasta algunos caballeros, se dieron cita en las instalaciones de la sede de “Niños cantores de Yaracuy” en el municipio San Felipe, para observar, practicar y aprende a realizar y confeccionar los “turbantes estéticos afro” con diferentes cortes de tela,

Esta actividad, llevada a cabo por el Gabinete Cultural de Yaracuy, con la colaboración del Instituto para la Cultura de Yaracuy (ICEY), busca reivindicar la condición ancestral de las mujeres negras en el estado Yaracuy a través de un taller que lleva por nombre; “Taller de turbaste, la estética africana”, legado que sobrevivió hasta la actualidad entre las comunidades africanas del municipio Veroes.

Este taller estuvo a cargo de Saray Martínez y de la operadora cultural del Gabinete Yaracuy; Nancy Estanga, quienes recrearon las distintas técnicas y estilos de turbantes para que las féminas destaquen su hermosas, fuerza y seguridad con este accesorio milenario, proveniente de África, la cuna de toda la humanidad.

Los turbantes, además de resaltar a imagen de la mujer, sirvió como acompañamiento de trabajo en las faenas del campo, ya que les facilitaba equilibrar la carga de la cosecha que era llevada sobre la cabeza y que les permitía mantenerla derecha y firme, evitando que les callera al suelo y así mantener las manos libres para llevar poder a sus hijos o las herramientas de trabajo, ya que las mujeres compartían con sus hombres las tareas del agro.

Esta costumbre de portar turbante, cruzó el océano Atlántico durante la diáspora que llevó a millones de seres humanos, en contra de voluntad, para servir en condición de esclavos en el nuevo mundo o continente americano, sobreviviendo a la estigmatización del racismo y el modernismo que clasificaba a estas personas como de gente de campo, inculta y sin ningún tipo de sentido de la moda.

“Este taller también resultó la ocasión perfecta para seguir concientizando a las mujeres acerca de la lucha contra el cáncer de mamas y el cuidado de su salud, actividad correspondiente al mes de octubre o mes rosa” aseveró Nancy Estanga.