Un partido como la MUD que debe estar cercano a los
5 millones de militantes que representan el
25% de los electores inscritos en el registro electoral permanente de
Venezuela (19.465.638 electores en al año 2015) y con una población
simpatizante que en las encuestas más benevolentes rechazan al gobierno en 81%
y lo cual quedo demostrado en las elecciones parlamentarias de 2015, cuando la
MUD logró obtener 112 diputados y que pudieron haber 115 de no haberse
producido las rabietas de sus integrantes al ir divididos en unos circuitos.
Definitivamente, no se
pueden dar el lujo de vivir una crisis de centro de estudiantes de
bachillerato. Esto no se trata de quemar unos cauchos para enfrentarse a la
policía, se trata de un país que vive una profunda crisis y sus habitantes esperan que sus dirigentes
estén a la altura para resolver los problemas que se padecen.
En la medida que la MUD se vuelve opción de poder y la
crisis del país se complejiza cada vez más, sus actuales dirigentes se van
disminuyendo, se van quedando atrás, no demuestran capacidad de gerencia rla
crisis, no actúan como estadistas, se los traga la crisis. Cuando hablan o
intentan hacer planteamientos para los problemas que se viven, se ve, se siente que se han quedado en el
aparato.
La mayoría de los dirigentes actuales de la MUD no
demuestran ni intelectualidad política, ni capacidad para salir de esta crisis,
la mayoría de sus planteamientos son simples y por eso estamos donde estamos.
Gerenciar una crisis de esta magnitud requiere de talento,
osadía, estudios y conocimiento sobre la situación política, social, cultural y
económica del país, lo mediático es sumamente importante para los partidos
políticos, pero también se hace necesaria la piscina de pensamientos que
permitan buscar soluciones a corto, mediano y largo plazo.
Es cierto los partidos que militan en la MUD están
creciendo, pero es pura emotividad no hay organización, lo que hay es puro
deseos. Y deseos no empreñan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario