Gobernador Julio León encabezó la colocación del
patrimonio
En un acto cargado de emotividad y profundo
compromiso de fe, se llevó a cabo la colocación de la nueva cruz que reposa en
lo más alto de la Catedral de San Felipe, la cual fue elaborada por primera vez
por yaracuyanos y material del estado.
Así lo dio a conocer el gobernador Julio León,
quien definió el evento como histórico para el pueblo católico y la familia
eclesiástica. “En el marco de los cincuenta años de la Diócesis de San Felipe,
cumplimos con la responsabilidad de velar por el patrimonio histórico y
arquitectónico eclesiástico; lo hacemos con la mejor voluntad y como un acto de
expresión de amor y paz por nuestro pueblo”.
La actividad, que comenzó a las nueve de la mañana
y partió desde el estacionamiento de control 3, ubicado al lado del Complejo de Piscinas en Independencia, lugar en el que se encontraba la obra
que representa la simbología del Cristo redentor; de donde fue trasladada en
una caravana que recorrió las principales calles de la capital yaracuyana hasta
llegar a la catedral donde fue recibida por el padre José Gregorio Carreño,
quien ofició una misa y bendijo la Cruz antes de ser colocada en la cima del Templo.
Responsabilidad de honor
Mauricio Lovera, artesano especialista en madera
catalogó como un honor el hecho de que se le haya conferido la responsabilidad
de trabajar en la elaboración de la Cruz, la cual fue tallada en tiempo "récord"
con corazón de madera de árbol de suelo yaracuyano, la cual tiene una dimensión
de 6.50m de longitud, 4.20m de ancho, un espesor de 0.40m por 0.40 m y un peso
que alcanza las 3 toneladas.
En la elaboración participaron además Willer
Carías, Amado González, Erik y Elvis Lovera, Carlos Arenas, Douglas Parra,
Eladio García, Leonidas Leal; quienes contaron con el apoyo de Rafael Naranjo,
Freicy Godoy, Daliannys Gónzales y el un equipo integrado por Barrio Nuevo
Barrio Tricolor, Ministerio del Transporte, Corpoelec, entre otros.
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