La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y el
Gobierno regional, junto al pueblo católico del estado Yaracuy, recorrieron
durante la tarde sábado, las principales calles del área metropolitana en los
municipios Independencia y San Felipe con el propósito de sumarse a la
celebración del Año Jubilar Extraordinario.
El Gobernador del estado, Julio León, acompañado
por familiares y allegados se unió a la masiva peregrinación que, en medio de
cánticos y consignas de alabanza, celebró cuatro paradas para evocar la obra de
misericordia hacia los más necesitados. También participó el Comandante de la
Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI)-Yaracuy, Carlos Ramos Quilarque, así
como demás autoridades civiles y militares de la entidad.
"La unión cívico-militar atiende este llamado
universal y escogemos este día para que en todo el país se sienta nuestra sed
de misericordia", expresó Quilarque, quien a su vez dijo que “la FANB
reafirma su carácter pacifista, humilde y conciliatorio en medio de una época
de dificultades, pero de profunda esperanza y certeza en la victoria".
Cientos de feligreses partieron en procesión a las
5:00 p.m desde la Plaza Sucre (Independencia) hasta la Catedral de Nuestra
Señora de la Presentación en San Felipe, donde participaron en una sentida
ceremonia litúrgica oficiada por el párroco Gilmer Oviedo, quien dirigió un
mensaje esperanzador y de concilio a la feligresía abocada a orar por la paz en
Venezuela.
2016 extraordinario
El acto, que motiva al arrepentimiento, la búsqueda
del perdón e indulgencia, es celebrado de forma habitual por la Iglesia
católica cada 25 años, con el propósito de conceder a los fieles la remisión
luego de haber experimentado un arrepentimiento genuino ante sus faltas.
El último Año Jubilar se conmemoró en el 2000. Sin
embargo, el Papa Francisco le otorgó carácter extraordinario al acontecimiento
al convocarla con una década de anticipación tras considerar apremiante el
momento que viven las sociedades modernas, golpeadas por la distorsión y los
antivalores.
El Sumo Pontífice manifestó en su primer ángelus en
marzo de 2013, después de su elección: "Un poco de misericordia hace al
mundo menos frío y más justo".
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