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domingo, 5 de marzo de 2017

Luis E. Parra: CLAP: ¿Problema o solución a la crisis?



En horas recientes la estafa del gobierno nacional a través de su canciller Delcy Rodríguez, aseguró que la pobreza en Venezuela se ha erradicado gracias a la implementación de los CLAP, como paliativo para contener la crisis humanitaria que atraviesa el país; cuando todos sabemos que 67% de la población está excluida de esta medida populista que es más lo que derrocha en publicidad, que el contenido que tienen las bolsas de la humillación y el hambre.

La canciller ocultó que 82% de la población está en condición de pobreza, y que hoy más de 3 millones de coterráneos comen de la basura, mientras que 9 millones de personas comen una sola vez al día cuando mucho. No obstante, esta hambruna colectiva que se registra en Venezuela no se contiene con una bolsa de productos alimenticios que se vende una vez al mes en los mejores casos, y que por ende no alcanza ni para tres días para una familia promedio de cuatro miembros.

Pues bien, tendríamos que preguntarnos si los CLAP son en realidad un problema, o una solución a la crisis alimentaria en el país. Yo me atrevo a asegurar que es una campaña de pañitos calientes como todo lo de este gobierno, porque es falso que la supuesta distribución anunciada con bombos y platillos de 6 millones de cajas CLAP, va a satisfacer la demanda y el hambre de 32 millones de venezolanos que cada día padecen por la escasez y el alto costo de los productos de primera necesidad.

Desde que nacieron los CLAP se convirtieron en la crónica de una muerte anunciada de un programa que fracasó porque el diagnóstico y razón de ser son equívocos, porque no se puede distribuir lo que no se produce; aquí el problema no es la distribución sino la producción nacional. Recordemos que cuando este modelo político llegó al poder, los niveles de importación eran entre 12 al 15% del consumo nacional, hoy lamentablemente apuestan a un modelo de importación porque allí está el gran negocio para los jerarcas de la revolución.

Yo invito a Nicolás Maduro y a Freddy Bernal a que vayan al estado Yaracuy y hagan un recorrido a lo largo y ancho de nuestra geografía, para que vean en carne propia las necesidades que pasa nuestro pueblo ante la carencia de alimentos, y por las fallas en la distribución de las cajas CLAP, que no han sido más que una oferta engañosa de un gobierno fracasado frente a la peor crisis que ha creado por corrupción, ineptitud e inmoralidad.

Las cajas de los CLAP se han convertido en un gran negocio para los fariseos del gobierno a quienes les han otorgado tal responsabilidad. Es decir, son muchos los que desvían la mercancía para luego revenderla a precio dolarizado; sólo reciben las cajas CLAP quienes aplauden como focas las acciones equívocas y erróneas de una cúpula cívico militar, y así se comete una serie de irregularidades que impide la llegada de estos productos a los hogares que realmente lo necesitan.

Son tan corruptos que compran los productos de los CLAP a dólar preferencial y los venden al pueblo a precio de dólar paralelo; aparte de esto no le dan incentivo a la producción nacional, y lo que siguen haciendo con el tema alimentario es un gran negocio con muchos beneficios económicos para una minoría, mientras la gran mayoría muere de hambre y mengua.

Este gobierno lejos de traer una solución a la crisis alimentaria con las cajas CLAP, lo que se ha convertido es en un problema y en una gran farsa a la que le vale poco las necesidades y el hambre de nuestro pueblo, porque ellos tienen bien llenos los bolsillos y los estómagos de la revolución. Clap, Clap, Clap, suenan las ollas vacías y los estómagos de los venezolanos muriendo de hambre y mengua.

Luis E. Parra
Diputado a la Asamblea Nacional
Primero Justicia
@LuisEParra78

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