“Todavía el esfuerzo enorme, iniciado por el
presidente Chávez y continuado por este gobierno, hace que Venezuela, con todos
sus logros y con toda su visión (...) tenga un apoyo enorme entre los países
latinoamericanos y del mundo”, expresó
el pasado martes 7 de junio, el sociólogo Vladimir Acosta, durante el
desarrollo de un foro en el que intelectuales, cultores, artistas, se
refirieron a los más recientes hechos en los que nuestro país ha salido airoso
ante las pretensiones de la derecha nacional e internacional de activarle la
Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos
(OEA).
Destacó la importancia de la victoria obtenida el
dos de junio en la OEA, instando a los presentes a la Sala Anna Julia Rojas, de
Unearte, a no caer en triunfalismos y entender que “hay que dejar de lado las fantasías”.
Además de Acosta, también participaron la cantora popular, Lilia Vera y el cineasta Román Chalbaud, quienes junto al ministro del Poder Popular para la Cultura, Freddy Ñáñez y cerca de otros 40 intelectuales y artistas, debatieron las múltiples aristas de este delicado tema de la política internacional imperial contra Venezuela.
Acosta calificó la decisión de la OEA de apostar
por el diálogo como “un triunfo de
Venezuela, un triunfo indiscutible que no se puede negar, ni minimizarlo”.
Además, destacó la importancia de la política exterior venezolana, que de la
mano del proceso revolucionario, ha afianzado alianzas sumamente fuertes e
importantes para el país.
Llamó a reconocer que el organismo hemisférico no
deja de ser una institución servil del imperialismo, fundada a partir de la
doctrina Monroe y el panamericanismo, y en ningún caso sus acciones pueden
tenerse por las que realizaría un aliado. No ha cambiado la OEA y el
injerencismo, han cambiado los países de Latinoamérica, precisó.
Puntualizó que ante el asedio y el engaño imperial
que trata de vender este tipo de plataformas multinacionales como instituciones
transparentes, el bolivarianismo se ha ido posicionando como la única doctrina
verdaderamente latinoamericanista. Y que por ello, gracias a sus ideas, hoy
existen la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) o la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como grandes obras del más grande
bolivariano de nuestra región y el mundo: Hugo Chávez.
Tratarnos de igual a igual
La cantante Lilia Vera reconoció el duro escollo
que atraviesa el pueblo venezolano, en medio del asedio nacional e
internacional. “Estamos en un momento
bastante álgido para la Patria”, inició.
Recordó la importancia del canto popular, como
fuente inagotable de enseñanzas necesarias para valorar la Patria y resistir en
su defensa, destacando como ella misma aprendió de los grandes maestros del
folklore y la cultura nacional a querer profundamente a Venezuela, a ser una
verdadera patriota.
Llamó a la reflexión y sobre todo a mantenerse
luchando por la dignidad del pueblo todo, a defender hombro a hombro todas las
libertades y conquistas logradas hasta ahora. “Yo aprendí de mi pueblo que no soy más que ninguno, nosotros tenemos
que tratarnos de igual a igual”, subrayó.
Asimismo, hizo un encendido llamado a llevar la
cultura a la calle, a que todos los cultores unan sus esfuerzos para hacer un
acto multitudinario de repudio a la injerencia imperial, “pero no un acto
cultural más, no: un acto soberano y participativo, nacional e internacional”.
Bolívar en nuestra palabra
A continuación le tocó el turno al maestro
Chalbaud, quien inició su participación haciendo un llamado a la conciencia y a
la paz, asegurando que “si somos violentos, ayudamos a la oposición con nuestra
violencia”.
“Nuestra palabra principal es amor, nuestra palabra
principal es Bolívar, nuestra palabra es Chávez”, expresó.
Para Chalbaud es sumamente importante poder
reconocer el valor de la cultura venezolana, tal y como lo recomendara e
hiciera incansablemente el Comandante Chávez, y en momentos de asedio y
agresión se transforma en un bastión fundamental para resistir y mantenerse
luchando.
El diálogo debe ser sincero
Finalmente
tomó la palabra el ministro Ñáñez, quien retomó las palabras de cada uno de los
panelistas, destacando tres ideas: la necesidad de reconocer las fortalezas de
la Revolución, de salvaguardar la dignidad del pueblo venezolano e invitar al
diálogo franco a los adversarios políticos que quieran trabajar verdaderamente
por la Patria. “Tenemos una larga y
extensa lista de hombres y mujeres que con su obra artística, con su
pensamiento, con su valentía han logrado tejer el ethos de la sociedad venezolana”, afirmó.
Pero el diálogo debe hacerse desde la aceptación
profunda de la decisión del pueblo de transitar el camino de la Revolución, un
diálogo sincero en el que se puedan involucrar todos los actores, pero que
tribute a la autodeterminación del pueblo venezolano y no a la intervención
extranjera por parte de la OEA ni ninguna otra institución de esta naturaleza,
señaló.
“Emplazamos
a un diálogo con ética, en todos los niveles porque no es un problema de las
élites, hace mucho tiempo que el diálogo y la razón y las argumentaciones
dejaron de ser patrimonio de los especialistas (...) este es simplemente un
abreboca para desplegar, a través del Congreso de la Patria el debate del tema
de la autodeterminación del pueblo”, sentenció.
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