El
secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, diputado Omar Ávila, este
viernes fijó posición acerca de los resultados electorales y de las
arbitrariedades del gobierno al no querer reconocer el triunfo de la oposición
en cinco estados del país y obligarlos, de manera inconstitucional, a juramentarse
ante la Asamblea Nacional
Constituyente.
“En las elecciones de la Asamblea Nacional
del año 2015 el gobierno perdió con 5.622.844 votos. El pasado 15 de octubre el
régimen “gana” los comicios regionales con 5.571.859 votos; lo que equivale a
decir que Maduro continúa la ruta de su derrota del 2015. Por otro lado,
ratifica que en vez de aumentar su popularidad, esta disminuye. Pero además
confirma que en la elección interna del PSUV del pasado 30 de julio, -de la ANC ilegal, chimba, cubana e
ilegítima- en la cual ellos dijeron que sacaron más de 8 millones de votos,
cifra que nunca existió”.
A su juicio, si algo positivo se puede
sacar del 15-O, es que el PSUV no sacó ni con “trampa” y participando
únicamente los adeptos del gobierno, esos ocho millones de votos, “lo que cada
día ratifica que la Asamblea Nacional
Constituyente es Chimba, tal cual la catalogamos desde Unidad Visión Venezuela,
desde el mismo momento que el gobierno decidió montar ese parapeto”.
Recalcó que todo quedó demostrado y que
el piso político electoral del gobierno, ronda los 5,5 millones, que sus
partidarios votan contra viento y marea, obligados, bajo presión o con garrote
y zanahoria, pero votan.
La otra lección que debe tomar en
cuenta la MUD y
la sociedad civil, es que la “mayoría” democrática opositora, perdió la gran
oportunidad de demostrar al mundo que son mayoría.
“A pesar de todas las irregularidades,
violaciones a la Constitución
y a la Ley Orgánica
de Procesos Electorales, la falta de comunicación de la MUD, la campaña horrorosa de
autodestrucción entre los candidatos en las primarias, los cambios y
nucleaciones de los centros de votación de último minuto, más de 2,5 millones
de venezolanos dejaron de votar, es decir el peor fraude fue el que le hicimos
al presente y futuro de Venezuela, al no ir a votar por los candidatos de la
democracia, bien sea por indolencia, apatía, auto castigo o por resentimiento”.
Ávila invitó, tanto al gobierno como
oposición, a escuchar a la gente y dejar
la prepotencia a un lado. “Con todas estas marramuncias, cada día que pasa se
les hace más cuesta arriba gobernar. Tenemos que velar por la gente y para la
gente que necesita más de 100 mil bolívares diarios para poder cubrir sus
necesidades básicas, que con lo que gana el 82% de los venezolanos apenas
pueden acceder a un 10% de la
Canasta Básica; y por ello hoy lamentablemente tenemos un 60%
de desnutrición infantil”.
En ese particular recordó que cada día
crece el número de venezolanos que comen de la basura, que dos tercios de los
venezolanos come mal, una o dos veces al día y que cerca de 6 millones de
familias están en estado de precariedad.
Explicó que el 82% de los venezolanos,
según la calificación de la ONU, pertenece al renglón de pobreza extrema, al
ganar lo equivalente a 9 dólares mensuales. “Somos uno de los países de mayor
riqueza petrolera y mineral del mundo, pero el de mayor pobreza extrema de sus
habitantes”.
Por otro lado, Ávila manifestó que urge
revisar y reinventar la “Unidad”, para tener al frente voceros que generen
confianza, que actúen con coherencia entre lo que dicen y lo que hacen y en la
que haya inclusión. “Una unidad real y superior que trascienda más allá del
cogollo de sólo 4 partidos”.
Asimismo consideró grave que la
“dirección” política opositora no haya emitido una respuesta política
inmediata, indistintamente del escenario, el pasado domingo.
“Muchos de los integrantes de ese
cogollo, acumulan al frente de la oposición venezolana, el mismo tiempo que
tiene el gobierno y su alto mando de la revolución, y ante una derrota más, por
las razones que sean, deben de dar paso a otros actores, siguiendo en la unidad,
porque todos somos necesarios, pero luego de 18 años ha quedado demostrado que
carecen de la capacidad estratégica y de respuestas tácticas, razón por la
cual, no deberían continuar a la cabeza de este movimiento que debe trascender –insisto-
a los partidos políticos”.
Finalmente Ávila aseveró que la lucha
debe seguir dándose en todos los terrenos. “Por ahora seguirán robando y
engañando, pero no gobernando. El país está en una olla de presión a altísimas
temperaturas y con la válvula obstruida. Pido a ambos sectores que por primera
y única vez: escuchen”.
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