Cristian Silva
Secretario general estado Sucre
@visionvenezuela
(Cristian Silva) El domingo 20 de
mayo del 2018 se celebró en Venezuela un evento de elecciones nacionales con
carácter presidencial y participación de cinco candidatos: Javier Bertucci,
Henry Falcón, Nicolás Maduro, Reinaldo Quijada y la abstención. Ganó la
abstención.
Fue tan abrumador
el triunfo de la abstención, al extremo que la nación entera quedó envuelta en
la más profunda tristeza, sin ánimo, sin fuerzas, desorientada; en la más
grande incertidumbre. Y lo peor, sin esperanzas. Un país triste, lleno de casas
muertas como la novela de Miguel Otero Silva.
Ganó la abstención
y la tristeza, pero Nicolás Maduro se atribuye el triunfo. El 21 de mayo “la
luna venezolana amaneció alumbrando pueblos tristes, con muchas historias,
penas y lágrimas” tal como lo registra la canción de Otilio Galíndez.
En respectivos
encuentros con gobernadores de estados, alcaldes y representantes de medios de
comunicación social, el Presidente enfatizaba sobre la necesidad de
encontrar paz en la República.
Permítame decirle
señor Maduro, que mientras haya hambre, represión, abuso de autoridad, presos
políticos, permanente violación a la Constitución, secuestro de la economía, control
de cambio; en Venezuela difícilmente habrá
un momento de paz y tranquilidad en sus ciudadanos.
La paz no se decreta,
se construye; con ejemplos y acciones y no con pobres discursos como el suyo
presidente.
La paz volverá a
Venezuela cuando Leopoldo López, Antonio Ledezma, María Corina Machado,
Henrique Capriles y cientos de
venezolanos presos, detenidos, encarcelados o en el exilio, disfruten de libertades plenas y cuando
existan las condiciones adecuadas para que millones de conciudadanos que
huyeron de la hambruna y el holocausto, puedan regresar a reconstruir el país de las
ruinas dejadas por el socialismo.
Nuevamente
tendremos paz cuando estén al aire las 210 estaciones de radio cerradas, las 40
televisoras en todo el país incluyendo RCTV, y cuando circulen otra vez la
veintena de periódicos obligados a cerrar por la escasez de papel, cuya
importación y distribución están monopolizadas por una corporación
gubernamental.
Mis más sentidas
palabras de pésame a los familiares de los 12 niños y adultos fallecidos por el
volcamiento del camión donde se trasladaban en el estado Mérida; así como a los
familiares del cantautor hermano de Yordano y las dos venezolanas larenses
atropelladas por un autobús en Chile.
Esta es la
radiografía de un país que no alcanzará la paz mientras sus habitantes se
transporten en vehículos inadecuados; mientras la delincuencia asesine sus hombres
de bien en las calles y mientras sus hijos deban emigrar, forzados por una
infernal política criminal y comunista.
Y finalmente Presidente,
¿Cómo habrá paz ante el rumor del anuncio de invadir las casas solas de
venezolanos obligados a emigrar al extranjero por la situación que Usted mismo
ha creado? ¿Cómo superar la crisis que nos tiene pasando hambre y sumidos en la
ruina y en la miseria? La única paz la conseguiremos cuando se vaya y entre todos comencemos a reconstruir la Patria verdadera donde
realmente los beneficiados seamos todos y no una cupulita de hombres y mujeres
sin consciencia que junto a Usted y su mentor, acabaron con el país. Ese día
llegará.
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