La legisladora Anyela Rangel, en sus palabras de salutación, felicitó al pueblo de Bastidas por un aniversario más de esta tradición, que representa la esperanza, amor y fe de un municipio que tiene amplia historia cultural y religiosa, quien manifestó “sentirse orgullosa de haber logrado la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la bajada de la Virgen de las Mercedes promovida por el ente legislativo, quien a su vez destacó que la tarea es legislar de la mano con el pueblo”.
El alcalde del municipio Arístides Bastidas Aníbal Centeno, manifestó sentirse orgullo del pueblo de San Pablo, quien año tras año da muestra de su Fe y apoya con beneplácito los actos religiosos, la ocasión también fue propicia para enaltecer a un grupo de hombres y mujeres sinónimo de ejemplo y constancia en la jurisdicción.
Por su parte, María de las Mercedes Lizárraga, oriunda del sector Iboa fue designada como oradora de orden luchadora social por excelencia, quien inició sus palabras acentuando “tengo el corazón lleno de gratitud, alegría y regocijo por estar frente a gente noble, luchadora, este es un pueblo impregnado de historia, una tierra levantada con el sudor de muchas manos”.
Lizarra durante su discurso, recordó los primeros habitantes de la hacienda Iboa, su historia y vivencias que marcan nuestros antepasados, la familia Lizarraga marcó un antes y un después quienes con la donación de terrenos impulsaron la formación de Caseríos demostrando su entrega y beneficios al área social.
En ese orden, rememoró la primera procesión que se realizó con el párroco y los Lizárraga con repiques de campanas, cantos de oraciones y la colocación de pequeños altares en las fachadas de las casas, en la actualidad las Fiestas Patronales son una muestra de devoción y esfuerzo, es el legado de quienes han sembrado su esperanza y reafirmamos el compromiso por el progreso del municipio.
Los legisladores, entregaron su respectivo reconocimiento a la oradora, así como la Orden Arístides Bastidas en su única clase, al alcalde Aníbal Centeno y al padre Gonzalo Martínez, párroco de la Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes.
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