Este reconocimiento convierte a la Cocina Italiana en la primera cocina nacional en recibir esta distinción, marcando un importante acontecimiento en la historia cultural mundial. Más allá del ámbito gastronómico, la decisión de la UNESCO honra un modelo de vida, un sistema de valores y una herencia cultural que ha logrado trascender fronteras, generaciones y continentes.
Para Venezuela —hogar de una de las diásporas italianas más numerosas, antiguas y activas— este reconocimiento tiene un significado profundamente simbólico. La cocina ha sido, durante décadas, el espacio por excelencia donde se preservaron la memoria familiar, la lengua, los afectos y la identidad. En la distancia, la mesa italiana se convirtió en el primer hogar que construyeron los migrantes y en el puente más poderoso entre la tierra de origen y la de acogida.
“La UNESCO no solo ha certificado la excelencia de nuestros ingredientes o la maestría de nuestros chefs. Ha reconocido el valor social del encuentro, del diálogo y de la transmisión cultural que nace alrededor de la mesa. En Venezuela, la cocina fue un acto de resistencia cultural y un gesto de amor cotidiano. Este reconocimiento es un homenaje a cada nonna que transformó la comida en identidad y pertenencia. La Cucina Italiana es la expresión más hermosa de nuestra doble pertenencia”, afirmó Antonio Iachini, Consejero del Com.It.Es. Caracas y del CGIE para Venezuela.
Un patrimonio vivo de saberes, sostenibilidad y diversidad
La candidatura, impulsada por el Collegio Culinario en colaboración con Casa Artusi y la Academia Italiana de Cocina, fue evaluada favorablemente por su enfoque integral: la cocina como un conjunto de prácticas sociales, saberes artesanales y tradiciones transmitidas principalmente de forma oral.
La UNESCO destacó el valor de la diversidad regional de la cocina italiana, su estrecha relación con el territorio y la biodiversidad, así como los principios de sostenibilidad ambiental que la caracterizan. Conceptos como la cucina povera, la economía circular, el aprovechamiento integral de los alimentos y la lucha contra el desperdicio forman parte esencial de este legado cultural.
Asimismo, el reconocimiento celebra un modelo alimentario equilibrado, con beneficios comprobados para la salud, que conecta la excelencia gastronómica con el arte, el paisaje, la agricultura y la cultura italiana en su conjunto.
Impacto cultural y proyección económica global
Este reconocimiento va más allá del valor simbólico. La Cocina Italiana representa también un sistema económico y social de enorme alcance: el 19 % de los restaurantes con servicio a nivel mundial se inspiran en la gastronomía italiana, y en 2024 el sector agroalimentario alcanzó cifras récord a nivel internacional.
La decisión de la UNESCO supone un respaldo inequívoco a la capacidad exportadora de las empresas agroalimentarias italianas, verdaderas embajadoras de la italianidad en el mundo, y reafirma su papel estratégico en la promoción de una cultura basada en la calidad, la convivencia y el respeto por el territorio.
Actualmente, la UNESCO reconoce 788 elementos del Patrimonio Cultural Inmaterial en 150 países. Desde hoy, la Cocina Italiana forma parte de este selecto patrimonio común de la humanidad.
El CGIE – Circunscripción Venezuela subraya que este logro implica también una responsabilidad compartida: proteger, promover y transmitir activamente este patrimonio en todas las latitudes, especialmente dentro de las comunidades italianas en el exterior.
La Cocina Italiana es, oficialmente, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Un título que se lleva con orgullo y que invita a seguir compartiendo, alrededor de la mesa, el sabor profundo de nuestras raíces y nuestros valores universales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario