Se pronunció al cumplir su segundo año de exilio
Valencia, 11 de abril de 2016 (Prensa ProVe).- Al
cumplirse su
segundo año de exilio, Henrique Salas Romer, ex gobernador de Carabobo y
fundador de Proyecto Venezuela, sostuvo un encuentro con los
periodistas, como siempre lo hizo en el pasado, para compartir sus
inquietudes, pero esta vez fue vía skype. Al comentar su preocupación
por el profundo deterioro del país
señaló: “Estamos en el juego político chiquito, sin darnos cuenta de que
la
crisis venezolana puede convertirse en una espantosa crisis
continental”.
Afirmó, que más de seis millones de venezolanos comen
una sola vez al día y “la situación sigue empeorando con celeridad. La gente no
consigue lo que necesita o si lo consigue no le alcanza para comprarlo. Tan
grave es la situación, que en medios internacionales existe preocupación de que
se produzca un súbito éxodo de millones de venezolanos, que intenten cruzar las
fronteras, algo que obligaría a la comunidad internacional a enfrentar una
oleada de refugiados similar a la que se ha producido en Siria. Los temores se
han acrecentado con el descenso de las aguas de la represa del Guri, por la
posibilidad de que se produzca un prolongado apagón que termine de paralizar al
país”.
Desde su exilio que define como “su propio
calvario”, Salas Römer ofreció un análisis de la situación que vive el país y
el mundo, donde con la velocidad de los cambios tecnológicos, y la transmisión
de noticias en tiempo real, cambian las costumbres y referencias, y se producen
choques culturales que crean vacíos de poder. Recordó una maldición china, para
desearle lo peor a un enemigo: “ojala te toque vivir tiempos
interesantes”. Así –dijo-, son los
tiempos de cambio, cuando el mundo viejo choca con el nuevo.
Acotó que en Venezuela estamos
viviendo tiempos de cambio, solo que aquí han venido acompañados de la destrucción
moral y material del país. “En el camino, nos hemos ido deshumanizando. Así
como la gente se pelea en las colas para llegar primero a la puerta del mercado,
así mismo en la política se observa una desesperación en algunos partidos por abarcar
más y más, sin darse cuenta de la inmensidad de la crisis que nos abraza. De
igual forma como el bachaquero vende su inventario al mejor postor, así mismo,
algunos aspirantes son capaces hasta de vender el alma. Leí hace poco una
reflexión que estremece, ´ya no vemos al otro un ser humano, sino como un rival´,
y los asesinatos en masa, los linchamientos, son otra manifestación de lo que
vengo describiendo”.
Salas Romer afirma que los
venezolanos están sin brújula. “Lo cierto es que en Venezuela no hay ni
presidente, ni referentes partidistas, no hay autoridad, y si bien podemos
expresarnos, no existe derecho a la información. Por eso hablan de anomia. No
hay nadie visible en quien creer y, si lo hubiera, el cierre y acoso a los
medios de comunicación, impide identificarlo. Por eso hay tanta incertidumbre”.
Lamentó que mientras hay personas que andan
preocupados porque quieren ser alcaldes, gobernadores o presidentes de la
república, al país real solamente le preocupan sus enfermos, sus seres queridos
hambrientos, el acoso de la inseguridad.
Interrumpido por el
periodista para preguntar sobre la renuncia de Alejandro Feo la Cruz, afirmó.
“Ese incidente se inscribe en lo que venimos hablando. Es la pérdida de valores,
en el temor. Yo
pensaba que Alejandro era una persona más segura de sí mismo, pero en lugar de
asumir su responsabilidad en Proyecto Venezuela, habiéndose convertido en un heredero
natural, se sintió débil y prefirió marcharse. En buen criollo, lo creíamos un
gallo fino y nos salió correlón. De paso, arruinó su carrera política. No le arriendo la ganancia, es un
error cambiar de bando. Se pierde credibilidad.”
-Les voy a relatar una anécdota familiar que quizás
ayude a comprender lo que intento explicar. En 1939, regresaba mi tía Amalia Römer
de Alemania cuando el barco en que viajaba fue torpedeado y se incendió. Muchos
pasajeros desesperados ante el avance de las llamas se lanzaron al mar, pero mi
tía, una mujer de gran temple, se mantuvo firme sobre las planchas cada vez más
calientes de la embarcación, hasta que pudieron llegar buques de rescate. Los
que saltaron al agua, todos murieron, mientras los que tuvieron más valor y entereza
se salvaron.
-Y el pacto con Voluntad Popular, que se ha venido anunciando ¿se acabó?
- Con Leopoldo existió un pacto de caballeros, de hecho en Proyecto
Venezuela fuimos los únicos en acogerlo cuando se reincorporó a la vida
política. Dimos todo para que él ganara las primarias presidenciales de 2012, y
al no poder alcanzar su meta, lo acompañamos a respaldar a Capriles. Pero las
ansias de poder, así sea canibalizando a las fuerzas amigas, están llevando a su
partido a separarse de quienes hemos sido sus mejores aliados. Es el mismo
síndrome, ya no existe palabra, nos hemos deshumanizado.
-¿Hay salida?
-Maduro no tiene forma de
concluir su mandato. De hecho, entiendo que se viene negociando su renuncia en Canadá.
Pero no creamos que con su salida todo
se resuelve. Tampoco que un presidente electo podrá sobrevivir a las presiones
que ya existen y las que sobrevendrán. Se requerirán tres años, mínimo, y un
gobierno transitorio pero fuerte, para conducirnos hacia la normalización.
Yendo a lo personal, el ex mandatario carabobeño aseguró
sentirse atrapado en el exilio, pero en permanente contacto con amigos y
correligionarios; aunado a sus lecturas, se mantiene al tanto de lo que ocurre,
sin embargo recalcó “nunca es lo mismo que sentir el calor humano de mi gente”.
Para concluir Salas Römer dejó un mensaje de
esperanza. Hay que tener fe –dijo-, yo la tengo. “Venezuela siempre ha sido un
faro luminoso para el Continente, y podemos volver a serlo, no tengamos dudas,
pero no sin antes reencontrarnos como nación y reconstruir todo lo que ha sido
destruido”.
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