María
V. Rangel
(II de VIII)
Es el Verbo del principio, y se hizo carne
Juan el discípulo
amado de Jesús y escritor
de uno de los cuatro evangelios comienza su escrito de un modo inusual, en
lugar de
comentar de manera natural la forma en que nació Jesús, más bien, nos hace
retroceder en el
tiempo hasta “el principio”. Él
dice: “En el principio ya existía el Verbo”. Más adelante, viene a ser
aun más claro (Juan 1:14). “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros”.
El Verbo se convirtió en un
ser humano. Un hombre judío llamado
Jesús.
Se puede
afirmar que la vida
de Juan fue transformada por la vivencia que
experimentó caminando a su lado; esta debe ser la razón por la que este evangelio describe una narración
distinta de la vida de Jesús, de ahí que
cuando Juan habla acerca de “el
Verbo”, está hablando acerca de una persona que existió en el principio con
Dios (v. 1). No era un ser creado; por el contrario, es a través
de Él que todas las cosas creadas fueron
hechas (v. 3); al usar el vocablo Verbo, Juan estaba usando un término que
tenía un rico significado para los filósofos griegos y judíos, ya que
el “verbo” era Su poder para
pensar su racionalidad, su creatividad. Juan toma ésta idea y le da un giro radical: El
Verbo se hizo hombre. Algo en el reino de lo perfecto y lo eterno vino a ser
parte del mundo imperfecto y corrompido.
De esta manera tan
profunda Juan nos conduce a entender de forma
sencilla y practica la pre-existencia de Jesús como Dios Eterno, que
existe desde el principio de todas las
cosas que fueron creadas;
entonces es cuando cambia la perfección y comprendemos lo que dice Colosenses 1:15 y 16 “Cristo es la imagen del
Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en El fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles
e invisibles”.
¿Qué debemos
comprender hoy?
Es necesario cambiar las ideas
equivocadas acerca de Dios, Él no es aquel niño envuelto en pañales en aquél
pesebre, ni tampoco aquél hombre que presentan flaco, herido y ensangrentado,
clavado en una cruz, éstas sólo fueron etapas de su vida. Él es aquel que ha
existido desde el principio de todas las cosas
visibles e invisibles, que encarnó en un cuerpo humano y
al poco tiempo fue crucificado y entregando su espíritu
murió, es el mismo que al tercer
día resucitó luego de vencer la batalla
del mal y actualmente esta sentado en el trono santo a la diestra de Dios .
Jesús no sólo trajo un mensaje
acerca de Dios, Él mismo era
el mensaje; Él nos mostró en la
carne cómo es Dios. Reconozcámoslo como el Mesías que vino a nosotros como
hombre y que hoy está reinando, como el
único que puede conducirnos a la plenitud de la Luz y Verdad que es
Dios, Él dijo: “Yo soy el camino,
y la verdad, y la vida: nadie
viene al Padre, sino por mí” Amigo
lector el único mediador que es verdad y vida y te conduce a
tu propósito perfecto es
Jesús.
Razones para creer
en Jesús en una producción de OngSemillita
Depósito Legal: pp201001ya1343
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