Lidis
Méndez
Secretaria
de Organización de Unidad
Visión Venezuela-Mérida
vivzla@gmail.com @lidismendezm
(Prensa UVV) Para salir adelante
es necesario conocer los aspectos más importantes de la nueva situación socio-política
en nuestro país. Después de la elección presidencial -tal y como era de
esperarse- la economía se torna más tóxica y el liderazgo político queda más
reducido mientras el gobierno continúa forzando el arrastre del pueblo hacia
un oscuro abismo.
Transcurrido el
primer semestre del año 2018, es fundamental que las personas entiendan sin
tapujos, que apenas comenzamos a vivir el
momento más oscuros de esta crisis. Esperar o auspiciar un estallido social es
la peor de las estrategias porque la gente entiende perfectamente que la
injusticia, la violación de los derechos humanos y el irrespeto a la
Constitución son el sostén de la Revolución Bolivariana ¿Qué viene entonces? ¿Más inflación? ¿Rebelión en los cuarteles?
¿Intervención? ¿Paro general de transporte? ¿Huelga? ¿Paralización de las
industrias básicas?
Todo eso y más ya
está pasando pero el cambio de gobierno no sucede, y aunque hemos hecho todo lo
que se debe hacer, no hemos atinado en
el blanco por la misma razón que un
globo no estalla: porque la presión
popular interna es inferior a la tensión elástica del gobierno; puede ser
que tenga más volumen, pero es menos
fuerte. No se puede confundir el
incremento del hampa y la violencia como respuesta popular contra este sistema:
tomar por asalto una gandola llena de alimentos, no es lo mismo que marchar
masivamente a Miraflores, adueñarse de la propiedad ajena por decreto, no es lo
mismo que ganarse el techo con trabajo constante y lícito.
Digamos que los paños
de agua tibia para aliviar un dolor crónico tienden a enfriarse y que las
medidas fáciles o circunstanciales para las crisis profundas no existen. ¿Entonces
qué? ¿Agujereamos el globo, o le sacamos el aire? Sacar es aire es difícil porque
no hay un consenso nacional acerca de la visión del país que queremos y por el
cual estamos dispuestos a trabajar. Por lo tanto, solo queda la posibilidad de
agujerear el globo en distintos puntos, no en el mismo sitio.
La mejor manera de
pincharlo es mejorar nuestra economía
personal. Me gusta citar el caso de China porque está bien documentado y aunque
la realidad de esta potencia es más compleja que la nuestra puede servir de
orientación: lo primero que hicieron los chinos fue dejar de centrarse en la
ideología mediática, prestaron más
atención a la producción en conglomerados y apostaron todo lo que tenían
para modernizar el país. El Estado no
obstaculizó la salida los ciudadanos más capaces, al contrario desarrolló una
seria política migratoria al ver la posibilidad de ingresos. El gobierno liberó el control cambiario
encaminándose hacia el capitalismo, aun cuando mantiene una fuerte intervención
del Estado. Lo cierto es que los chinos pudieron dar pasos hacia adelante.
Actualmente el mayor
agobio del gobierno no es la presión interna, sino la internacional- sufrida
desde la caída de la petrodiplomacia- y como ustedes saben, es difícil
hacer explotar un globo medio lleno. La trillada práctica gubernamental que apuesta
por mantener la inflación mediante el control cambiario para asfixiar al pueblo
y enriquecer a las cúpulas, funciona perfectamente contra una sociedad que es incapaz de producir lo suficiente para lograr
su independencia financiera.
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