"Decidí ser bombero, motivado a una tragedia ocurrida en el sector Cascabel de San Felipe, durante una tarde lluviosa del año 1978, en la cual una niña fue arrastrada por la crecida de la quebrada Guayabal, falleciendo de manera instantánea, en ese instante sentí la necesidad de ayudar al prójimo, decidiendo formarme como bombero".
Así describe el inicio de una vocación Luis Alfonso Díaz Muñoz, presidente del Cuerpo de Bomberos del estado Yaracuy, quien nació en San Felipe el 14 de noviembre de 1963. Es el tercero de cuatro hermanos y padre de cuatro hijos, y cuenta con 35 años de servicio, lo que evidencia que ha entregando la mayor parte de su vida a salvaguardar la integridad de su pueblo.
Esta entrega hoy por hoy es compensada por el Gobierno revolucionario, con su ascenso a General de Bomberos, el primero en la historia de Yaracuy y demuestra su dedicación al servicio de la colectividad.
Diaz recuerda que, durante esa tragedia que enlutó a la entidad, los pobladores conformaron un grupo de rescate llamado "Marielba Escudero" en homenaje a la niña, después de mes y medio de búsqueda localizaron el cuerpo en Boca de Aroa.
Al pasar los años, Luis Alfonso se inscribió en la Brigada Juvenil de Bomberos, hasta que inició estudios a través de un curso de 10 meses, realizado en la sede del Cuerpo de Bomberos del estado Yaracuy, y el 18 de diciembre de 1981 se graduó.
“Con la llegada de la revolución y gracias a la resolución 812 del Ministerio del Poder Popular para la Educación, en la que establecía las especialidades de los profesionales en las escuelas técnicas, la cual fueron cerrada por el Gobierno de la cuarta República, el Ejecutivo nacional bolivariano nos brindó la oportunidad de especializarnos en Técnicos Medio en Seguridad y Defensa mención Bombero", comentó Díaz.
Anécdota
El presidente del Cuerpo de Bomberos, recuerda una anécdota que le marcó su vida, y es que en una guardia se presentó una emergencia, donde una mujer en estado de gestación, sintió dolor y ganas de ir al baño, pues, en aquel entonces en esa comunidad no existían baños, sino letrinas.
“Esta dama en medio de los nervios, se sentó y expulsó a la bebé, cayendo el feto a la letrina, tuvimos que meternos para salvar a la infante, llenándonos de heces, solo por un propósito que era garantizarle la vida a la niña".
Compromiso por Yaracuy
Este soldado que hoy en día, está realizando estudios en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, (UNES), para optar a la licenciatura en Ciencias del fuego y Combate contra incendios, ha logrado 12 jerarquías demostrando su entrega y constancia por la institución bomberil yaracuyana, en la cual ha trabajado para ayudar al prójimo en cualquier circunstancia de evento natural o social.
"Estoy orgulloso de mi profesión, si Dios me diera otra vida, volvería ser bombero, después de este ascenso a General, me siento comprometido con el pueblo de Yaracuy, y les garantizo que seguiré trabajando con mucha mística y disciplina para protegerlos de cualquiera emergencia suscitada", apuntó Díaz.
Destacó que, tiene una gran responsabilidad con la nueva generación porque los hombres de azul, deben continuar con ese norte de garantizarle la vida y los bienes de los ciudadanos. "El bombero debe actuar con seguridad, ética, valor e ingenio ante cualquier hecho de emergencia", puntualizó.
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