Hurgando
Por: Julio César Hernández Carrera
Estos días son momentos propicios para los sanfelipeños para buscar en la historia los antecedentes de un hombre del medio oriente, quien acompañó a Jesús en fundamentales episodios de divulgación de la fe católica, llegando hasta arriesgar su vida.
Mucha de esa información fue
recogida por los apóstoles, entre ellos, Felipe, cuya actuación se registra en
el libro de Los Hechos de los Apóstoles, incorporados en la milenaria Biblia,
el libro más leído del mundo. Es evidente la participación de Felipe en las
multitudinarias concentraciones de Jesús hijo de María, engendrado por el
Espíritu Santo, concentraciones que superaban las 5.000 personas; entre esos
hechos se encuentran la multiplicación de los panes, la sanación y la
resucitación de los muertos, la instauración de la eucaristía y la resurrección
de Jesús.
Como evidencia de la participación de Felipe,
recordamos la siguiente lectura: "El Ángel del Señor habló a Felipe
diciendo: «Levántate y marcha hacia el mediodía por el camino que baja de
Jerusalén a Gaza. Es desierto.» Se levantó y partió. Y he aquí que un etíope
eunuco, alto funcionario de Candace, reina de los etíopes, que estaba a cargo
de todos sus tesoros, y había venido a adorar en Jerusalén, regresaba sentado
en su carro, leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: «Acércate y
ponte junto a ese carro.» Felipe corrió hasta él y le oyó leer al profeta
Isaías; y le dijo: «¿Entiendes lo que vas leyendo?» El contestó: «¿Cómo lo
puedo entender si nadie me hace de guía?» Y rogó a Felipe que subiese y se
sentase con él. El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste: «Fue
llevado como una oveja al matadero; y como cordero, mudo delante del que lo
trasquila, así él no abre la boca. En su humillación le fue negada la justicia;
¿quién podrá contar su descendencia? Porque su vida fue arrancada de la
tierra.» El eunuco preguntó a Felipe: «Te ruego me digas de quién dice esto el
profeta: ¿de sí mismo o de otro?» Felipe entonces, partiendo de este texto de
la Escritura, se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús. Siguiendo el camino
llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué
impide que yo sea bautizado?» Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua,
Felipe y el eunuco; y lo bautizó, y en saliendo del agua, el Espíritu del Señor
arrebató a Felipe y ya no le vio más el eunuco, que siguió gozoso su camino.
Felipe se encontró en Azoto y recorría evangelizando todas las ciudades hasta
llegar a Cesarea.”
Los relatos históricos fueron traídos por españoles canarios a la comunidad Cerritos de Cocorote, que luego pasó a llamarse San Felipe por la Real Cédula, firmada por el Rey Felipe V, en 1729. Fueron nuestros mismos pobladores quienes impulsaron la devoción a este apóstol, implantando la celebración de sus fiestas patronales, llegando hasta las ferias exposiciones de todo lo producido en la bella campiña yaracuyana.
Todos los ritos de devoción a San Felipe han recibido el apoyo del clero. Este
año varias emisoras comerciales de San Felipe dedicaron espacios a las fiestas
patronales de San Felipe Apóstol, entre ellas, Criollisma Yaracuy con el
periodista Sergio Roa en el espacio “Recorrido Express” invitando al cronista
de Caja de Agua, Raúl Oropeza, quien dijo que el fervor religioso de los
sanfelipeños es muy grande, demostrado cada 1º de mayo en su nutrida misa
de feligreses y su procesión en horas de la tarde por las principales calles de
la ciudad, las familias adornan los frentes de sus casas con palmeras y flores
mientras el Santo va estacionándose en cada esquina; a lo largo de la procesión
se entonan cánticos y el Santo Rosario hasta llegar a la Catedral. Este año se
promovió una serenata que tendrá como invitado a la agrupación Luango de Venezuela (música tradicional venezolana) y Serenata Guayanesa.
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