La
doble medallista paralímpica Naomi Soazo y las atletas olímpicas Naryuri Pérez
y Yaniuska Espinoza, estudiantes activas de la Universidad Nacional
Experimental del Yaracuy (UNEY), fueron las protagonistas de un acto especial
que se realizó con motivo del segundo día de actividades por el inicio del
período académico: 2016-2017 de esta casa de estudios.
El
gimnasio de judo de la ciudad deportiva “Horacio Estévez” concentró a autoridades, estudiantes y docentes de la
UNEY, así como representantes del gobierno regional, dirigentes deportivos,
entrenadores y atletas del estado, para participar en un acto especial que tuvo
como finalidad reconocer y honrar el trabajo de preparación, esfuerzo y logros
alcanzados en el plano deportivo de estas atletas; además de conocer a través
de una ponencia la experiencia vivida de Soazo durante su camino paralímpico.
Este
acto se inició con la interpretación de los himnos protocolares a cargo de la
coral Voces y Manos Blancas de la Unidad Educativa Especial Bolivariana (U.E.E.B.)
San Felipe, luego la rectora de la UNEY, Yanira López, dió la bienvenida a
todos los presentes y en especial a los estudiantes regulares y de nuevo
ingreso, reconociendo los grandes aportes dados por las atletas Soazo, Pérez y
Espinoza quienes se han convertido en orgullo y glorias en la historia del
deporte venezolano.
En
su salutación López anunció importantes avances en los servicios estudiantiles
y en el área académica dentro de la UNEY, además de la reactivación del sistema
semipresencial de la carrera Ciencias del Deporte. Resaltó los esfuerzos e
inversión realizada por el gobierno nacional e iniciada por el comandante Hugo
Chávez Frías en el plano deportivo para los programas de masificación y
atención hacia los atletas desde lo académico, lo social, de infraestructura,
entre otros.
“La vida es un
objetivo constante”
Fue
una de las afirmaciones de Soazo durante el desarrollo de su ponencia que
denominó: Motivación al Logro, la cual dirigió especialmente a los estudiantes
regulares y de nuevo ingreso de la UNEY, así como a los atletas de iniciación,
con la finalidad de incentivarlos a luchar por sus sueños.
Soazo,
atleta de la disciplina de judo y estudiante del segundo año en el sistema
semipresencial del pregrado Ciencias del Deporte de la UNEY, es la primera
venezolana en ganar dos medallas paralímpicas, una de oro en la categoría de
hasta 63 kilogramos en los Paralímpicos de Beijing 2008 y la otra de bronce al
competir en los 70 kilogramos durante su participación en Río 2016, sumándose
en su palmarés un diploma por obtener el quinto lugar en Londres 2012 y una
medalla de bronce en los Parapanamericanos Toronto 2015.
De
forma cronológica hizo un resumen sobre sus vivencias dentro del judo desde su
primer mundial hasta su última “batalla”, como ella llama a cada uno de sus
combates.
Agregó
que la ponencia no es más que la historia detrás de cada ciclo paralímpico que
ha tenido, que pocos conocen y que debió superar para lograr sus sueños, por la
constancia, el esfuerzo, la dedicación y todo el amor hacia las cosas que se
hacen.
“La
primera experiencia mundialista cambió mi vida, me hizo crecer y madurar,
aceptando el nuevo reto de representar a mi país”, dijo Soazo al referirse al
mundial en Francia 2006 donde alcanzó el séptimo lugar. Dos años después “hizo
su sueño realidad” al obtener la primera y única medalla de oro para ella y el
país hasta ahora en unos juegos paralímpicos en un movimiento de tan solo 03
segundos ante la atleta de España, en Beijing 2008.
En
su reciente participación de los paralímpicos Río 2016, se le presenta un nuevo
reto ya que debió competir en la categoría de hasta 70 kilogramos y enfrentar a
atletas con otro nivel competitivo. Allí logra la presea de bronce al vencer a
la croata Lucija Breskovic. “En el alto rendimiento un mínimo error se paga
caro y el contrincante no perdona”, afirmó al narrar el fallo durante su opción
para buscar el oro.
No hay diferencias ni
barreras
A
pesar de su discapacidad visual ella manifiesta que sueña en grande igual que un
atleta convencional, cuyo esfuerzo y exigencia en la preparación, según ella,
no tiene diferencia. “En el caso de la discapacidad, independientemente de las
distintas variantes, tenemos que romper barreras entre ellas están muchos
umbrales del dolor y resistir a la fuerza que no es fácil para cualquier atleta
de alto rendimiento, pero por ello no creemos que eso sea límite, además que el
deporte se adapta a nuestra discapacidad y eso nos permite poder desenvolvernos
sin ningún inconveniente y a la par de nuestros contrincantes”, explicó Soazo.
La
doble medallista paralímpica mantiene sus deseos de ir a Tokio 2020, pero
señala que debe conocer los eventos competitivos del ciclo paralímpico del
próximo año y retomar la experiencia reciente, revisar los aspectos técnicos y
de preparación y creer más ella para lograr volver a lo más alto del
podio.
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