Reencuentre vienés

Foto cortesía de: https://es.wikipedia.org/wiki/Viena

Por: Héctor Camacho Aular.

Mientras contemplaban bajo un cielo completamente despejado  la famosa Torre inclinada de Pisa, acordaron verse otra vez en el momento justo cuando apareciera la primera superluna que daría inicio formal al esperado equinoccio de primavera. No precisaron fecha ni lugar del próximo encuentro. Al día siguiente, cada uno retornó a su país de origen para reincorporarse de inmediato a la rutina ejemplarizante de su trabajo profesional. Ella, era  la encargada de supervisar la calidad de una conocida industria procesadora  de productos alimenticios y él, dedicado  a conseguir al mejor patrocinante de su próximo libro digital, el cual versaría sobre la cerveza y sus encantos poéticos. 

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Cuando  apenas faltaban días para cumplirse un año de aquel “inclinado” encuentro, ambos recibieron, por separado, un sobre sellado con las entradas que habían adquirido vía internet, para asistir en la ciudad de Viena, en el mes de abril, a la regia  temporada de conciertos en honor al genio Mozart. El día inaugural de la función, ella  llegó al teatro luciendo un hermoso traje azul inspirado en la moda cortesana del siglo XVIII. A los pocos minutos, arribaría su fiel acompañante trajeado de fino smoking y de inmediato pasarían  a las butacas asignadas para presenciar  la esperada función. Terminado el concierto, optaron  por cenar en el mejor restaurant de la ciudad para luego celebrar aquel inolvidable encuentro con varias copas de vino acompañadas  de la llama fuerte de encendidos abrazos y besos.