El presbiterio de la Diócesis de San Felipe, en comunión con todos los entes que lo conforman (Consejo Presbiteral, Colegio de Consultores, Srs. Arciprestes, Srs. Párrocos, Srs. Diáconos Permanentes), unidos a nuestros hermanos religiosos y religiosas, seminaristas, movimientos de apostolado seglar y fieles cristianos que conforman nuestras comunidades parroquiales, queremos expresar a todo el pueblo cristiano del estado Yaracuy cuanto sigue:
En primer lugar, expresamos nuestro más sincero sentimiento de apoyo y cercanía a Monseñor Víctor Hugo Basabe, nuestro Obispo. Es usted, Mons. Víctor Hugo, el pastor de la grey católica que peregrina en Yaracuy, y como miembros de una única Iglesia Católica le manifestamos nuestro filial afecto a la vez que le aseguramos nuestra oración por su ministerio episcopal entre nosotros. Su participación en la Eucaristía solemne en honor a la Divina Pastora el 14 de enero próximo pasado, en la cual tuvo la oportunidad durante la homilía, de reflexionar a la luz de la Palabra de Dios sobre la situación actual que atraviesa el país, lo ha expuesto a una serie de críticas infundadas, habiéndosele incluso señalado injustamente de promover un discurso de odio, violencia e incluso ofensivo hacia algún sector de la población venezolana, al ser mal interpretado y descontextualizado el contenido de dicha homilía, a usted nuestro apoyo, nuestra total adhesión y nuestro aliento. Exhortamos igualmente, a todos aquellos que pudieran interesarse a tomar en mano el texto de la homilía pronunciada por el obispo, visto que desde un principio ha sido de conocimiento público, y a leerlo con detenimiento para no incurrir en el error de emitir juicios a priori que no corresponden con la realidad.
Como servidores del evangelio de Jesucristo que somos, hombres y mujeres comprometidos con el anuncio del Reino de Dios, queremos igualmente manifestar nuestra cercanía a todos aquellos hermanos, sin distinción de ningún tipo ni credo, que en medio de las vicisitudes por la cual atraviesa nuestro país, sufren a causa del hambre, la escases de alimentos y medicamentos, la inseguridad, que lleva incluso a muchos de nuestros jóvenes a buscar futuro lejos de su patria, de su familia, de sus seres queridos. ¿Cuántas familias de nuestras parroquias no se ven forzadas a separarse en búsqueda de mejores condiciones de vida?, ¿por cuántos hermanos no hemos tenido que orar en nuestras eucaristías pidiendo que les vaya bien en sus viajes? Si hemos de ponernos de parte de alguien como Iglesia en este momento por el que atraviesa Venezuela, como pastores que somos, queremos hacerlo por los hermanos más pobres, más desfavorecidos; por todos aquellos hermanos a quienes las calamidades golpean de modo más inclemente por ser los más desfavorecidos. Como Iglesia hacemos eco de las palabras de la Santa Madre Teresa de Calcuta: “hemos de ocuparnos principalmente de los más pobres entre los pobres”. Precisamente a estos hermanos les decimos: como Iglesia no los dejamos solos, sino que por el contrario los acompañamos, los alentamos y les brindamos una mano para transitar juntos un camino de esperanza y hacia la paz.
Hacemos sobretodo un llamado a todos nuestros hermanos cristianos para que siguiendo la enseñanza de Jesús en el Evangelio, elevemos una oración por todos aquellos que por algún motivo “nos persiguen o calumnian” (Lc 6,28). Jesús nos lo dejó bien claro en la oración principal del cristiano: “perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a quien nos ofende; y el gran apóstol Pedro nos exhorta a “no devolver mal por mal o insulto por insulto, respondan más bien con una bendición, porque a esto estamos llamados, a heredar una bendición” (1Pe 3,9).
Nuestra diócesis de San Felipe, desde sus orígenes está ligada a la arquidiócesis de Barquisimeto: de ella nos desprendimos como hijos para convertirnos en Iglesia hermana que peregrinan juntas siguiendo los pies del maestro de Galilea, por eso no podemos dejar de expresar nuestra solidaridad y nuestro apoyo al pastor de la Iglesia barquisimetana, Mons. Antonio López Castillo; por él y por toda la Iglesia barquisimetana elevamos nuestra oración al Padre del cielo a la vez que los encomendamos a la intercesión de la Divina Pastora.
Como Iglesia particular de San Felipe, expresamos nuestras palabras de gratitud a la Conferencia Episcopal Venezolana, a todas las Arquidiócesis y Diócesis dentro y fuera del País, a las Instituciones Internacionales y a todas las personas que de una u otra manera nos han hecho llegar sus palabras de solidaridad, compañía y respaldo, a todos, muchas gracias.
A los pies de Nuestra Señora de la Presentación, patrona de nuestra diócesis de San Felipe, invocamos la bendición de Dios sobre todo nuestro amado pueblo del Yaracuy; a su vez, invitamos a todo el Pueblo católico diocesano yaracuyano a unirnos a la fiesta diocesana de nuestra santa Patrona Nuestra Señora de la Presentación el venidero 02 de febrero en la iglesia Catedral de San Felipe a las 9:00am. A Jesucristo el único Señor, el único soberano, el único eterno; a quien pertenecen el tiempo y la eternidad, a él el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
Dios nos bendiga.
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