GRITOS MELÓDICOS INOLVIDABLES DE LA MÚSICA LATINA

Por: Héctor Camacho Aular

   La música popular latinoamericana bailable, a través del tiempo, ha tenido la fortuna de contar siempre con un grupo de reconocidos cantantes, quienes han dejado para la historia tanto en sus presentaciones como en sus grabaciones, un distinguido sello musical y personal muy difícil de olvidar. Uno de los elegidos es el patriarca puertorriqueño Ismael Rivera, quién en su segunda trayectoria artística estrenó su grito de guerra ¡Ecuajei!,  vocablo Yoruba para saludar a OMA, la reina de los Orichas, al difundir sus apasionados  éxitos , según lo refiere Lil Rodríguez, en su libro “Bailando en la casa del trompo”. Otro ejemplo, digno de mencionar será el promocionado por la diva cubana de la música bailable Celia Cruz, cuya  famosa interjección melódica ¡Azúuucar! la daría a conocer en una presentación personal, justo en el momento cuando vocalizaba el bolero Tu voz (Manuel Cabrera) y en el intermedio de dicha pieza, para sorpresa de los asistentes, lanzaría su apasionado grito. Al poco tiempo, grabaría Te solté de la rienda (José Alfredo Jiménez), donde deja en el acetato, por primera vez, su pegajosa frase inmortal !Azúuucar!

   Otro cantante digno de mencionar, con ésta particularidad expresiva,  es al guapachoso cubano Rolando Laserie, quién a lo largo de su carrera artística dejó grabados más de 30 L.P resaltando, en muchos de sus temas interpretados, su promocional grito melódico ¡De película!, para deleite de sus seguidores. También hay que nombrar, con justicia, al famoso cantante cubano Manolo Monterrey “El Ciclón Antillano”, quién llegó a grabar movidas piezas acompañado de varias agrupaciones venezolanas, como la Billo’s Caracas Boys, Chucho Sanoja, Sans Soucy y Los Melódicos, donde en el intermedio de las grabaciones exclamaba, con frecuencia: ¡Bailaló! ¡Gozaló!

   Por la segunda mitad del siglo XX, hace su aparición en los escenarios bailables el genial Dámaso Pérez Prado con su orquesta, dando a conocer  a los melómanos el contagioso ritmo del mambo, acompañado siempre con su original expresión gutural, seguida de la frase: ¡Aaah!

   En Venezuela, el guarachero zuliano Cheo García durante su estadía musical con la Billo’s Caracas Boys, desde 1960 hasta 1981, en muchas de sus presentaciones bailables  y grabaciones no se cansaba de repetir, con propiedad y orgullo, ¡Oyeló!, sobretodo, en la parte movida de los famosos mosaicos de Billo.

   Por supuesto, no podría  faltar en ésta crónica resaltar el fructífero y exitoso trabajo musical desarrollado por el salsero venezolano Oscar D’León “El Sonero del  Mundo” quién  en sus múltiples conciertos y grabaciones, se deleita al exclamar ante sus seguidores  sus gritos de guerra: ¡Sabroooso! y ¡Cómo! También debemos incluir, con justicia, al famoso “Negro” Alejo Durán, una de las leyendas de la música vallenata, quién en muchos de sus temas bailables utilizaba las interjecciones: ¡Oa!, ¡Hombe! y ¡Apa!.

   Para concluir, no podemos olvidar al jacarandoso yaracuyano Goyito Orellana y sus andanzas por diversas agrupaciones bailables  de la región, donde exclamaba muy a menudo: ¡Candela, pollito, cuídate que voy sin freno!, para reforzar sus dinámicas presentaciones.